En las últimas semanas, la Oficina de Lucha y Prevención contra la Drogadependencia dependiente del Municipio local, receptó numerosas consultas sobre la medicalización de niños de corta edad.
Al respecto la licenciada Mónica Osés en diálogo con la prensa comentó, «nos encontramos frente a la presencia de profundos cambios sociales y culturales, en el que emergen nuevas formas de familia; en la que por razones laborales los adultos se ausentan del hogar y mandan a sus niños a la escuela a edades cada vez más temprana, esto va conformando a una nueva infancia y adolescencia».
Más adelante señaló, «en los últimos años se extendió la idea de diagnosticar a los niños con déficit de atención, con hiperactividad y deciden tratarlos con fármacos por su comportamiento, porque no se queda quieto, porque no presta atención, porque molesta a los demás, porque contesta, porque no hace caso».
A la vez puntualizó que en la escuela, es donde cobra importancia dichos comportamientos y que suelen ser tratados como anormales. «Es aquí cuando la medicina parece ser la indicada para resolver el problema y se los medica a temprana edad», añadió Osés.
Sobre esta cuestión sostuvo, «un nuevo concepto es de la medicalización de la infancia, término que indica el tratamiento por el campo médico de problemas no médicos. Podría decirse entonces que el concepto de medicalización de la infancia lo entendemos a partir de una serie de practicas tendientes a considerarlas como una enfermedad de la conducta infantil».
«Hay dos contextos fundamentales donde se manifiestan los síntomas el entorno familiar y el educativo, donde los niños deben seguir cierta conducta considerada como normal. Estos síntomas se hacen más notorios cuando deben prestar atención o exigen un esfuerzo mental o deben realizar alguna tarea que para ello carece de motivación. Entonces el niño termina medicado cuando es impulsivo, hiperactivo, tiene baja tolerancia a la frustración, entre otros», comentó.
Finalmente Mónica Osés advirtió, «una medicalización temprana puede ocasionar debilidad, sudor, náuseas y palpitaciones. Puede reducir el valor de azúcar en sangre, erupciones cutáneas, ictericia (lesión en el hígado), anemia, disminución del número de glóbulos blancos, lesiones en el riñón y lesiones nerviosas con posibles alteraciones visuales o auditivas».
