Por Marcelo Arambuena, titular del Proyecto Padres
Como institución que venimos luchado de hace muchos años con la problemática de las adicciones, nos sorprendió la decisión del titular del Sedronar, padre Juan CarlosMolina, “la intención de legalizar todo tipo de sustancias adictivas” que puedan perjudicary matar a nuestra sociedad y en especial a nuestros jóvenes.
En primer lugar consideramos que el problema debe tener un tratamiento más profundo y las acciones preventivas que se pretenden y venimos reclamando, todavía no están apareciendo como la esperamos.
Esta comercialización, que como origen tiene que ver con las clases más altas, ya le tocó también a las clases medias y bajas que también lo consumen, y lo peor lo hacen con los desechos.
Desde nuestra experiencia y análisis, consideramos que es muy importante el tratamiento y atención que se debería hacer a los barrios de nuestra provincia en cuanto a sus necesidades básicas donde el joven es la principal víctima.
Todos sabemos donde y quien les vende, pero no somos capaces de afrontar esa realidad hasta que nos toca de cerca, pero en esos casos muchas veces ya es demasiado tarde.
Lo más lamentable es que también las autoridades de control lo saben y dejan pasar como algo que ya está instalado y aceptado socialmente.
Seguimos siendo una sociedad hipócrita con poco o nada de compromiso social y comunitario, el egoísmo y el protagonismo nos delata y nos pone en evidencia.
También sabemos que una ley o mucho menos una ordenanza no podría cambiar todo, pero tampoco se hace el intento de consensuar y trabajar en equipo para lograr un cambio.
Hasta cuándo vamos a seguir esperando, cuántas muertes más nos tocará ser testigos como consecuencia y parte de este problema.
