El ministro de Energía, Juan José Aranguren, y su par chileno, Máximo Pacheco, cerraron el jueves un convenio en el que Argentina importará para el próximo invierno 5,5 millones de metros cúbicos diarios de gas natural licuado (GNL). El valor del intercambio implicará un desembolso de USD 130 millones por año.
La paradoja del convenio es que, a raíz del déficit energético estructural, el país exportaba combustible al gobierno chileno hasta los inicios de la presidencia de Néstor Kirchner. Tras las tasas «chinas» de crecimiento ecónomico de los primeros años y una inversión que se reveló como insuficiente para satisfacer la demanda, las ventas de gas hacia Chile se suspendieron, lo que terminó generando roces en la relación bilateral. Ahora, Argentina es el que pasó a ocupar el rol de comprador.
Los presidentes Mauricio Macri y Michelle Bachelet ya habían dado muestras de que avanzarían con el reflote del intercambio energético en la reunión que mantuvieron el pasado 4 de diciembre, antes de que el líder del PRO asumiera en el cargo.
El acuerdo comercial se conoció ayer en la prensa chilena y puso de manifiesto el «inicio de una nueva etapa en la integración energética entre Chile y Argentina», advirtió el ministro Pacheco.
Para tener en cuenta la dimensión de lo que se importará, el funcionario precisó que, de los 25 millones de metros cúbicos de GNL que importa Argentina, casi el 20% de esas compras pasarán a ser chilenas. El volumen de energía representa alrededor de «un 40% del consumo diario de la provincia de Buenos Aires».
Las autoridades chilenas informaron que en febrero comenzarán las pruebas técnicas con la intención de garantizar el suministro desde mayo a septiembre. La entrega de combustible se hará a través de dos terminales: por el norte, utilizando el terminal de GNL Mejillones y el gasoducto Norandino, que aquí llegará por la provincia de Salta; y por la zona central a través de GNL Quintero y gasoducto GasAndes de Chile, a la altura de Mendoza.
Casi el 20% del GNL que importa el país vendrá desde Chile, aseguró el ministro Pacheco.
En realidad, los despachos de combustible que enviará Chile vienen desde Asia, ya que el país carece de este recurso. Calculan que el traslado involucrará ocho barcos transportistas.
Además, en la reunión entre Pacheco y Aranguren se rubricaron dos convenios más, que apuntan a la exploración de hidrocarburos en la Patagonia, con inversiones chilenas en el área de Magallanes, y la integración del sistema eléctrico.
«Tenemos energía, tenemos proyecto, infraestructura y oportunidades. Y, por sobre todo, tenemos la convicción de que la integración y la interconexión energética es algo que ayuda al progreso y al bienestar de las dos economías», concluyó Pacheco.