Amado Boudou está por emprender su regreso desde México. Pidió permiso en Tribunales para pasar unas vacaciones en un departamento de la Colonia Nápoles, un barrio de la recientemente nombrada como Ciudad de México (hasta hace días Distrito Federal). Tiene pasaje de regreso para el viernes 5, pero como el fin de semana próximo es largo por el feriado de Carnaval, Boudou deberá presentarse en Comodoro Py, para certificar que volvió al país, el martes 10 de febrero.
Entre hoy y entonces, el juez federal Norberto Oyarbide podrá decidir si le hace lugar al pedido de procesamiento presentado el viernes pasado por el fiscal Carlos Rívolo en la causa por dádivas por la que Boudou fue indagado en diciembre de 2015.
Para el fiscal no quedan dudas: se probó que Boudou recibió dádivas cuando en diciembre de 2011 viajó en avión privado hasta Necochea y desde allí en helicóptero de una empresa contratista de obra pública para un acto junto al por entonces intendente del lugar Horacio Tellechea.
Rívolo consideró probado que cinco días antes del vuelo a Necochea, la empresa Alas del Fin del Mundo ofreció al Senado de la Nación un avión Bombardier Learjet 60 XR matrícula LV-CRB para viajes promocionales. Boudou aceptó la oferta del vuelo promocional del 17 de diciembre de 2011.
En la causa quedó acreditado que ningún otro senador de la Nación (Boudou presidía el Senado) recibió el mismo ofrecimiento de la empresa Alas del Fin del Mundo. Y además en diciembre de 2011 la empresa no podía realizar vuelos rentados porque no tenía los permisos de explotación aérea necesarios para operar.
Cuando se bajaron del avión, Boudou y su comitiva, subieron a un helicóptero de la constructora Ecodyma. Quien manejó el helicóptero Bell 407 Long Ranger matrícula LV-CIB aquella vez fue Marcelo Juan Scaramellini, uno de los dueños de la constructora que ha obtenido contratos de obra pública de diferentes estados.
Se corroboró que ninguno de los vuelos fue abonado. El viaje en avión tuvo un costo de 5500 dólares y el de helicóptero de 35 dólares.
Tanto Boudou como Tellechea declararon que sus viajes tuvieron carácter institucional. No fueron viajes de placer. Precisamente es uno de los hechos por los cuales Rívolo pide el procesamiento tanto de Boudou como de Tellechea. Para el fiscal les ofrecieron gratis el avión y el helicóptero por los cargos que detentaban: por eso lo considera una dádiva.
En el pedido de procesamiento presentado por Rívolo al que Infobae accedió en fuentes judiciales, el fiscal considera «incomprensible» que para la realización del viaje Boudou no haya usado una aeronave del Estado. Se comprobó que Tellechea había invitado a Boudou a inaugurar la temporada de verano en octubre de 2011. Y que el viaje se hizo una semana después de que Boudou asumiera como vicepresidente.
Para Rívolo fue fundamental el testimonio que hace unos días brindó el Jefe de la Casa Militar de la Presidencia de la Nación, teniente coronel Jean Pierre Claisse, quien aseguró que por entonces estaban disponibles dos helicópteros Sicorsky para que Boudou los utilizara para realizar aquel viaje a Necochea.
El fiscal remarcó que «el carácter ‘institucional’ del traslado es un tema de capital importancia en la consumación del hecho, descartado el uso de la flota estatal, las dádivas fueron entregadas por personas extrañas y absolutamente ajenas a la organización del evento a desarrollarse en la ciudad de Necochea, y aceptadas por un funcionario público dentro de ese marco».
Rívolo citó en su argumentación un párrafo de la sentencia firmada en octubre pasado por el juez Julián Ercolini, cuando condenó a Ricardo Jaime por coimero. El ex secretario de Transporte admitió haber recibido «dádivas» de la empresa Trenes de Buenos Aires a la que debía controlar. En aquella causa también se argumentó (como intento de defensa de los imputados) que algunos vuelos eran de «demostración». Ercolini, citado por Rívolo, señaló: «La circunstancia de que los mencionados vuelos hayan tenido carácter de demostración a las empresas mencionadas no les quita el carácter de beneficio. Es que, independientemente de que las prestadoras no hayan recibido un pago en contraprestación, lo cierto es que cargaron con los costos del giro habitual de este tipo de transacciones, como los sueldos de los pilotos, el mantenimiento de la aeronave, entre otros, más allá del uso en sí de la aeronave, que ya tiene un precio de mercado».
Para el fiscal no quedan dudas, por eso pidió el procesamiento de Boudou, Tellechea, Scaramellini y del dueño de la empresa de aviación Nazareno Natale. Unos aceptaron las dádivas que los otros ofrecieron. Ahora decide Oyarbide.