Tras la protesta masiva en la Plaza de Mayo contra el fallo de la Corte Suprema que benefició a un represor con la aplicación de la ley 2×1, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo , admitió que «la credibilidad» del máximo tribunal «quedó herida desde el punto de vista político». Sin embargo, el legislador de Cambiemos afirmó que Elena Highton de Nolasco , Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz actuaron «de buena fe» a la hora de tomar la decisión y consideró que no deben renunciar, como reclamaron los organismos de Derechos Humanos.
En una entrevista con radio La Red, Pinedo recordó que «hubo otros dos casos en 2013 en el que la Corte convalidó el 2 por 1» para represores. Consultado sobre si creía que la credibilidad del máximo tribunal había «quedado herida», el legislador respondió: «Desde el punto de vista político, evidentemente sí, pero desde el punto de vista jurídico había antecedentes». Enseguida, añadió: «En este caso, la Corte o cualquier juez tenía la obligación de aplicar la ley penal más benigna, es un tratado internacional de Derechos Humanos que lo establece y está en la Constitución».
El senador rechazó el pedido de varios sectores para que los magistrados Highton de Nolasco, Rosatti y Rosenkrantz presenten su renuncia. Según Pinedo, los jueces actuaron «de buena fe» al convalidar el beneficio al represor Luis Muiña.
«Creo que es un valor trascendente la independencia de los jueces. Entonces, por más que uno no esté de acuerdo con la decisión, si fue tomada de buena fe, si tenía precedentes, me parece que lo que corresponde es respetar. Y definitivamente creo que hubo buena fe», señaló.
Pinedo contó que no asistió a la marcha porque se quedó «hasta tarde en el Congreso» y tuvo otros compromisos. «Fue impresionante que tanta gente se comprometa en un tema que es muy relevante para la Argentina y que, evidentemente, se había puesto en jaque con la resolución de la Corte. Por suerte, el mismo día el Congreso pudo, de alguna manera, resolver el tema», opinó.
El miércoles, había dicho que no compartir un fallo judicial no significaba que tuviera que marchar en contra. «¿Cómo voy a creer que no había que participar? Estuve en el Congreso, en un velorio y en un programa de televisión», aclaró este jueves.
Además, reiteró que la ley del 2×1 era «una barbaridad» y advirtió que «es mucho más grave para un represor que para un delincuente común porque los delitos de lesa humanidad tienen un régimen especial».
Fuente: la nación
