La larga lista de irregularidades que empañaron las elecciones provinciales del pasado 23 de agosto sumó un nuevo escándalo. Las grabaciones de las cámaras de seguridad que supuestamente registran todo lo que sucede en el local de la Junta Electoral Provincial (JEP) donde están guardadas las urnas desde la noche de la elección se perdieron, debido a problemas en el sistema eléctrico que dañaron los equipos donde se almacena la información.
Esa fue la sorprendente respuesta que recibieron hoy de la JEP los apoderados del opositor Acuerdo para el Bicentenario (ABP), que habían pedido copias de los videos para aportarlos como prueba en el juicio que iniciaron solicitando que se declare la nulidad de los comicios, por un supuesto fraude.
Según indicó a LA NACION el abogado Daniel Ponce, quien representa al frente opositor liderado por el radical José Cano, las filmaciones que, según el informe, son «irrecuperables», son las que «debían garantizar que las urnas no sean cambiadas o que su contenido no sea modificado». El letrado precisó que habían pedido las grabaciones registradas entre el 22 de agosto, cuando salieron desde la sede de la JEP las urnas con los útiles para ser trasladadas a los centros de votación, hasta el 25 de agosto, inclusive, que es el día en que comenzó a realizarse el escrutinio final.
«Aparentemente, de acuerdo a lo que nos cuentan empleados de la JEP, serían justamente esos videos que pedimos los que no están o están dañados. Estamos esperando una confirmación de la Justicia, porque a nosotros en la JEP solamente nos entregaron copias simples del informe, cuando habíamos pedido al menos copias certificadas», explicó Ponce.
LA RESPUESTA DE LOS ENCARGADOS DE LAS CÁMARAS DE SEGURIDAD
El comunicado de la empresa responsable: aseguran que por los cortes de corriente se dañaron los discos.
La seguridad en la sede de la JEP de calle Mendoza 1.050 de esta capital está a cargo de la Gendarmería Nacional. Según informaron desde el organismo, la fuerza nacional contrató a una empresa llamada «INFO FOJ» para que realice la instalación de las cámaras, las grabaciones y el almacenamiento de todo lo registrado.
El responsable de ésa firma, Francisco Jiménez, emitió un informe técnico que fue adjuntado a la contestación que la Gendarmería realizó para justificar por qué se perdieron las filmaciones.
«Costó hacer la recuperación de gran parte de la información, ya que los discos donde fue grabada, la mayoría de los archivos estaban dañados y otros irrecuperables debido a numerosas reconexiones que tuvo el disco, debido a los cortes de corriente sufridos», explica Jiménez en su escrito.
Agregó que «en numerosos casos con este tipo de problemas (cortes de energía o fluctuación de la misma) los discos sufren daños en el hardware lo que impide leer y por consiguiente levantar la información almacenada».
Ponce dijo que esta situación «se suma a la larga lista de anomalías que comprueban el fraude que hubo el 23 de agosto en Tucumán».
La Nación
