La tierra se conmovió,
y aquel pueblo libertino,
que no creyó en el divino
y santo poder de Dios,
en polvo se convirtió
Cumplióse el alto decreto,
y se reveló el secreto
que Dios tuvo en sus arcanos,
¡No viváis
, pueblos cristianos,
como la ciudad de Esteko
Chingolo Suarez
Cuentos y Leyendas Santiagueñas II