Las mangas de langostas detectadas en los últimos meses en un amplio territorio que abarca el sur de esta provincia, el norte de Santiago del Estero y el este de Catamarca, disminuyeron significativamente y le dieron una tregua a los productores de la zona, informó hoy el Senasa.
El control de esta plaga de insectos, que en julio último arrasó con 1500 hectáreas de cultivos en Santiago del Estero, demandó tres meses de trabajo intenso, coordinado por organismos nacionales, provinciales y municipales.
«Han quedado mangas aisladas de menor magnitud. Ahora estamos enfocando los esfuerzos en observar donde han depositado sus huevos para prevenir el nacimiento y generación de nuevas formaciones de esta plagas», explicó el director del Centro Regional NOA-Sur del Senasa, Carlos Grignola.
El funcionario precisó que para el control de las langostas se utilizaron dos equipos pulverizadores (un camión Unimog y una máquina pulverizadora autosoplante); y se efectuó una fumigación aérea con insecticida de bajo impacto ambiental en más de 5000 hectáreas de las tres provincias afectadas.
Por la magnitud y la movilidad de la plaga, sin comparación en los últimos 40 años, el Senasa dispuso que expertos de la región, con el apoyo de especialistas de Buenos Aires y del propio organismo, realicen permanentes monitoreos y controles en la zona.
La plaga de langostas presentó su máxima concentración en el punto tripartito de Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca, con avistamientos en el triángulo comprendido entre las rutas Nacional N°157 y Provincial N° 308, cercanas a las localidades tucumanas de Taco Ralo y La Madrid.
Según explicaron desde el Senasa, el rastreo de la plaga no es una tarea sencilla, debido a que las langostas suelen buscar para reproducirse campos sin accesibilidad, como montes naturales. Por esa razón, la tarea de seguimiento y vigilancia tuvo como principales aliados a los productores y pobladores locales, quienes colaboraron realizando las denuncias de avistamiento de los insectos.
La Nación
