Pasadas las 23, minutos después del discurso de Sergio Massa, Mauricio Macri salió al escenario de un encendido centro de campaña de Cambiemos, precedido por las palabras de María Eugenia Vidal.
«Se siente, se siente, Mauricio presidente», coreaba abajo la militancia. Y el jefe de Gobierno porteño no hizo referencia a los resultados, pero dio por sentado que estará en la segunda vuelta. Así lo habían anticipado sus colaboradores, y la pantalla que tenía a sus espaldas. «Lo que ha ocurrido hoy cambia la política de este país», afirmó.
De inmediato, se dirigió a quienes -dijo- lo votaron sin que fuera su primera opción: «Voy a trabajar para ganarme su confianza y demostrar que tomaron la decisión correcta». Entonces pidió el acompañamiento de los electores que se inclinaron por los otros candidatos; de los cuatro que quedaron hoy en el camino, y también de los de Daniel Scioli, quien será su rival el 22 de noviembre.
Luego, indicó: «Rumbo al 22 de noviembre, quiero invitarlos a que cada uno sea protagonista. Quiero invitarlos a que salgamos a la calle con la grandeza de saber aprender de nuestros errores, de saber escuchar. Esto se extiende por todo el país, les dije que este día iba a empezar una revolución de alegría en Argentina».
Además, señaló: «No estoy acá por vanidad, ni por desesperación, ni por el poder. No quiero tener la verdad, ni demostrar que soy infalible, quiero ayudarlos a crecer, para construir el país que soñamos. Quiero la inclusión, no sólo la social, sino la de los que piensan distinto.Todos queremos lo mismo: un buen trabajo, que nos alcance el dinero, una buena educación, que el Estado no nos abandone, que nadie se robe lo que es de todos».
«Valoro la lucha por la justicia social, la igualdad de oportunidades, nos hicimos cargo de eso desde el primer día en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, y vamos a hacerlo en todo el país», continuó.
En otro trayecto de su discurso, indicó: «Voy a trabajar junto con el socialismo y con la izquierda para que haya pobreza cero».
Infobae