El temblor, que tuvo una profundidad de 47,8 kilómetros, no produjo heridos según indicaron las autoridades chilenas que descartaron emitir un alerta de tsunami.
El epicentro estuvo ubicado a tan sólo 315 kilómetros al oeste de San Juan y 354 kilómetros al noroeste de Mendoza, provincias argentinas en las que sintió con mayor fuerza el sismo.
De acuerdo al Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) la intensidad del movimiento en esos distritos alcanzó el grado 3 a 4 en la escala de Mercalli, mientras que en Córdoba, La Rioja y Catamarca el golpe fue con menor intensidad.
“En Argentina no hay informes de daños”, aclaró hoy el técnico del organismo, Carlos Rufino, y precisó que estos temblores “siguen formando parte del que ocurrió en Chile en septiembre”.
“Hasta el momento no tenemos ninguna novedad sobre daños materiales ni tampoco tenemos que lamentar víctimas”, dijo a Télam en sintonía el jefe de Operaciones de la Dirección de Defensa Civil de Mendoza, Aldo Ugarte.
El sismo alarmó a algunos mendocinos desprevenidos pasadas las 4, especialmente para quienes se encontraban en sus casas, mientras que para otros fue apenas perceptible, sobre todo en aquellos comercios que aún mantenían sus puertas abiertas.
Sobre este tema Ugarte dijo que la provincia está acostumbrada a este tipo de movimientos cortos: «En nuestra provincia un sismo de 4 grados para abajo es prácticamente imperceptible si la persona está en movimiento, tenemos uno o dos movimientos diarios por debajo de ese rango”, concluyó.
Media hora antes del sismo de hoy en Chile ocurrió otro en la zona del Océano Pacífico, con una escala de 6 en la escala Richter y a unos 100 kilómetros de la costa del país trasandino.
Fuente: Telam