El terrorista, que fue abatido por las fuerzas de seguridad en el teatro Le Bataclan, fue identificado por sus huellas digitales. Una vez que las ingresaron a la base de datos, su nombre apareció inmediatamente, porque los servicios de inteligencia ya lo tenían fichado.
Por el momento, si bien no se dio a conocer su identidad, se sabe que es un ciudadano francés de unos 30 años, nacido en la comuna de Courcouronnes, en el departamento de Essonne. Las autoridades lo venían siguiendo por su actividad en las redes sociales, que evidenciaba una creciente radicalización islamista.
Es uno de los ocho atacantes que murieron en alguno de los siete puntos en los que se realizaron los atentados simultáneos de la noche del viernes 13. Los siete restantes se inmolaron y murieron detonando los explosivos que llevaban encima. Otros dos terroristas escaparon con vida y están prófugos.
Los investigadores esperaban encontrar rastros de ADN o huellas que coincidan con la información disponible en el fichero nacional de autores de delitos en los restos de los suicidas que se hicieron explotar en el boulevard Voltaire, en Le Bataclan y en el Stade de France.
Ya dieron con algunos indicios de quiénes podrían ser los otros yihadistas. En las afueras del estadio encontraron un pasaporte sirio, de un joven de 25 años. También descubrieron uno egipcio.
Una de las testigos aseguró que entre los atacantes del teatro había una mujer. Fuentes policiales citadas por Le Parisien dijeron que los terroristas llegaron a bordo de un auto con matrícula belga. Eso abriría la hipótesis de que el grupo venía del extranjero, lo que de todos modos no descarta la participación de elementos locales.
El saldo de los siete atentados simultáneos que se perpetraron en el Stade de France, la Rue Bichat, la Fontaine au Roi, el Bulevard Voltaire y el Beaumarchais, la Rue Charonne y Le Bataclan, es de 128 muertos y 300 heridos, según cifras oficiales. Pero se especula con que podrían ser más de 150.