Cristina Kirchner comienza a despedirse del gobierno y mantuvo una agenda cargada de reuniones. Al mediodía almorzó con gobernadores del Frente para la Victoria y luego recibió a la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal.
Estuvieron junto a la mandataria el presidente, monseñor José María Arancedo, el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, y el monseñor Carlos Malfa, obispo de Chascomús y secretario general de la Conferencia.
Al término de la reunión, el vocero de Poli, monseñor Pedro Brassesco, explicó que fue una audiencia «para expresarle los saludos por el fin del mandato». Contó que duró de 15 a 20 minutos y que le llevaron un regalo: «Se recordaron momentos importantes de diálogo con el Gobierno, como la reforma del Código Civil», detalló.
También expresó sus expectativas con respecto al gobierno de Mauricio Macri: «Se tienen que conocer las autoridades de Culto. La idea es pedirle una audiencia para transmitirle los saludos de Navidad y poder presentarle las autoridades del episcopado».
Brassesco se refirió al papa Francisco, que aún no felicitó a Macri por su triunfo en las elecciones: «Se ha explicado desde el Vaticano que el Papa no saluda cuando alguien gana una elección sino que cuando asume envía a un delegado pontificio para que esté en la ceremonia de asunción. Todavía no se sabe quién será, pero seguro lo anunciará la Nunciatura».
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