El domingo pasado, a causa de un terrible corrimiento de tierra, más de 30 edificios se derrumbaron en una plaza industrial en China y bajo ellos desaparecieron al menos 76 personas. Inmediatamente al lugar llegaron los bomberos, que junto a tecnología de primera y drones intentaban rescatar a la mayoría de sobrevivientes posibles.
Hoy, los equipos de rescate encontraron vivas a dos personas en medio de los escombros, 70 horas después del alud, en un momento en que las autoridades anunciaron una investigación sobre el desastre, el último de una serie de accidentes en el país asiático.
El cuerpo de bomberos de Guangdong informó en las redes sociales que rescataron a un hombre que fue identificado como uno de los 76 desaparecidos y que fue trasladado a un hospital. El otro superviviente está gravemente herido y todavía sigue atrapado entre los escombros.
El superviviente rescatado fue identificado como Tian Zeming, un joven de 19 años, originario de la ciudad de Chongqing, en el suroeste de China. Tian fue trasladado al hospital central de Guangming y su condición es estable.
Las fotos y los videos muestran a un equipo de policías, bomberos y trabajadores con cascos congregados en torno a un profundo agujero, desde donde fue extraída la víctima del alud, que afectó a numerosas viviendas y fábricas de Shenzhen, una ciudad fronteriza con Hong Kong.
El balance de muertos subió a dos luego que los rescatistas recuperaran a otra víctima que sigue sin identificar, informó la página web Shenzhen News, que ilustró la noticia con una foto que muestra a los operarios mirando al suelo mientras guardaban un minuto de silencio.
El deslizamiento de tierra, que se produjo el domingo a las 11H40 (03H40 GMT), también seccionó un conducto de gas natural y generó una explosión que pudo escucharse a cuatro kilómetros a la redonda.
Este es el último de una serie de accidentes fatal en el país y se produce dos meses después de que una explosión gigante en una planta química de Tianjin provocara más de 150 muertos.
La Nación