Las dos economías más grandes de Sudamérica intercambiaron su rol de «una forma particular». Así lo ve el periódico inglés The Financial Times, que en un artículo publicado esta semana destacó los cambios que introdujo el nuevo gobierno tras la asunción de Mauricio Macri hace menos de un mes.
«La Argentina, que solía ser una paria financiero en la región, busca volver a los mercados tras la elección de un presidente que ha prometido revivir la economía, llegar a un acuerdo con los holdouts y recuperar la confianza de los inversores», resume la pieza periodística.
A contramano, coloca a Brasil en un lugar que no imaginaba hace años. La antes «niña mimada» de la región entre los inversores hoy está recorriendo otro camino, con una fuerte crisis política de su presidente, Dilma Rousseff, por el escándalo de corrupción de Petrobras. «La crisis en la economía más grande de América Latina dio un giro en diciembre luego de que Fitch se unió a Standard & Poor ‘s en despojar a Brasil de su calificación de grado de inversión», subrayó The Financial Times.
Stephen Jen, de SLJ Macro Partners, destacó que el gobierno de Dilma ya no puede sostener el superávit fiscal, y que la fila de funcionarios tecnócratas han sido reemplazadas por los políticos. «Hoy Brasil me recuerda a Indonesia durante la crisis asiática. Ambos dependen de los precios de las commodities, y eso es más frágil de lo que sugieron las estadísticas de la macroeconomía», agregó el especialista.
El periódico incluso va más allá al comparar a Brasil con la Argentina de 2001, mientras que opinó que Macri (con su promeda de medidas más ortodoxas), se está comenzando a ver como el Brasil de 2002, cuando Luiz Inacio Lula da Silva llegó a la presidencia del gigante del Mercosur. «Da Silva tuvo la suerte de su lado, porque su gobierno comenzó con el boom de China».
Con todo, el artículo enfatizó que Macri está dando marcha atrás políticas macroeconómicas de corte populistas impulsadas durante la última década, que dejaron un tipo de cambio devaluado, inflación de dos dígitos y escasas reservas internacionales.
«Aunque levantar el cepo al dólar en días devaluó la moneda un 26%, hay poco pánico en el mercado porque el movimiento es visto como la clave del plan de Macri para recuperar el sendero del crecimiento de la economía». Mientras el peso logra mantenerse estable frente al dólar tras levantar los controles, el real se depreció un 4,2 por ciento.
Sin embargo, el periódico dejó en claro que el camino para que la Argentina vuelva a los mercados financieros «es largo», y está repleto de desafíos. «El más urgente es contener la inflación que se puede dar por la devaluación del peso, reconstruir las reservas del BCRA y revertir la caída de la economía». Pero las expectativas de los analistas de mercado son positivas.