Por 6-1, 7-5 y 7-6 (3) batió el número uno del mundo a su más inmediato perseguidor en el ránking. Superado por la solidez del jugador de Belgrado y lastrado por sus propias imprecisiones, Murray claudicó tras dos horas y 53 minutos.
En la reedición de la final del pasado año, ganada también por Djokovic, el balcánico capturó sobre el cemento azul del Rod Laver Arena su título número 46 sobre cancha dura.
Solo el suizo Roger Federer, al que doblegó en semifinales, posee más -60- que él en esta superficie tras haber dejado atrás, progresivamente, los 26 de Ivan Lendl, los 36 de Pete Sampras y los 46 de Andre Agassi.
Con la confianza que le entregaron los diez triunfos logrados en los últimos once duelos frente a Murray, el serbio, de 28 años, resolvió el enredo del juego inaugural, el único de la primera manga en el que vio amenazado su saque. El escocés, campeón del Abierto de los Estados Unidos en 2012 y de Wimbledon un año después, desaprovechó una pelota de quiebre y, con ella, la opción de liderar el marcador.
Los cinco juegos siguientes premiaron el aplomo de Djokovic,imperturbable ante los derroches de ansiedad de su adversario, derrotado en sus cinco apariciones en la ronda final del evento: en 2010 por Federer y en 2011, 2013, 2015 y 2016 por Nole.
En el sexto juego de la primera manga puntuó por primera vez el británico, antes de ceder el parcial por un concluyente 6-1 en treinta minutos. Obligado a encontrar soluciones, Murray protegió sus dudas con su derecha y retó desde la línea de fondo al vigente campeón.
Ayudado por su primer servicio, el segundo mejor jugador del circuito equilibró la combatividad de su oponente y se rehizo de manera inmediata del quiebre que encajó en el séptimo juego del segundo set. No así del segundo y definitivo,que fue para Djokovic el 6-5.
En el juego siguiente, con 30-40, la red frenó el revés cruzado de Murray y le negó el 6-6. Dos puntos después, quien cerró la manga tras una lucha de 80 minutos fue el primer cabeza de serie. Debilitado por ese golpe, el escocés esquivó el desafío de la remontada y proporcionó a Djokovic la conquista de su séptimo título consecutivo con el definitivo 7-6 (3).
Entre los Abiertos de los Estados Unidos y de Australia, el serbio ganó también los torneos de Beijing, Shanghái, París, las Finales de la ATP disputadas en Londres y el torneo de Doha, en su primer compromiso de 2016.
Once Grand Slam, con el que consiguió hoy, acumula el tenista de Belgrado, repartidos de la siguiente manera: seis veces (2008, 2011, 2012, 2013, 2015 y 2016) ganó el Abierto de Australia, en dos ocasiones (2011 y 2015) el Abierto de los Estados Unidos y en tres (2011, 2014 y 2015) conquistó Wimbledon.
Solo Roland Garros, el único que se disputa sobre arcilla, le separa del pleno en los cuatro grandes eventos. Ese será el próximo gran reto del Nº1 del mundo, quien a su victoria en Melbourne Park sumó un cheque de 2,2 millones de euros.
Fuente: MinutoUno