La marea roja que se vivió en la previa fue un espectáculo acorde a uno de los clásicos más interesantes del fútbol argentino. En el Libertadores de América, Independiente recibió aRacing en lo que significó un duelo cargado de emociones y necesidades.
A pesar de la ausencia de situaciones de riesgo, en los primeros movimientos el Rojo se mostró levemente superior. El esquema defensivo propuesto por Facundo Sava le dio la posibilidad a que el Diablo tome la iniciativa a través de las triangulaciones conformadas por LeandroFernández, Germán Denis y Jorge Ortiz.
Mientras la soledad de Diego Milito y el sacrificio de Óscar Romero no ocasionaban ningún peligro para Diego Rodríguez, las proyecciones de Gustavo Toledo y la visión de Jesús Méndez ponían en jaque a Sebastián Saja.
Sobre la media hora un pelotazo del ex Boca encontró la cabeza del atacante con pasado enGodoy Cruz y el Tanque concluyó la acción por encima del travesaño. A pesar de la posición adelantada del ídolo, Diego Verlotta no levantó su banderín y la Academia se salvó de milagro.
En el complemento otra incursión a la zona rival de Toledo despertó suspiros en las tribunas. El lateral le ganó la espalda a Leandro Grimi y buscó a Fernández, quien terminó la jugada con un tiro que se fue apenas ancho. Fue otro aviso para el Colorado, que en lugar de mejorar su postura, sustituyó al Príncipe por Lisandro López. Como si se tratara de una copia vulgar,Mauricio Pellegrino también sacó de la cancha a su referente y le dio lugar a Diego Vera. Los entrenadores demostraban su temor a la derrota.
Los intentos aislados de Luciano Aued y Gastón Díaz, perfectamente desactivados por el Rusofueron otras de las pocas chances que tuvo la visita para abrir el marcador. Tal vez por el entusiasmo de los volantes, Sava se animó a incluir a Rodrigo De Paul para tener más variantes en el ataque.
En el desenlace se produjo la mayor tensión. La velocidad de Emiliano Rigoni le daba el triunfo aIndependiente, dado que a falta de 5 minutos para el cierre, el reemplazante del Marcianocapitalizó una mala salida de Racing y habilitó a Leandro Fernández para que abra el marcador.
Las bengalas invadieron al estadio y la fiesta parecía concretarse. Sin embargo, en el tiempo de descuento De Paul se apoyó en Romero, quien envió un centro en busca del milagro y Licha lo concretó. Con una chilena hermosa, el delantero con pasado en Europa y Brasil enmudeció a la mitad de Avellaneda. El 1 a 1 le dio oxígeno a Sava y dejó mal parado a Pellegrino. En un semestre en el que no tiene compromisos internacionales, el Rojo cada vez se aleja más de su único objetivo.
Por Fernando Taveira
Fuente: Infobae