Siempre es un placer volver a disfrutar de un show de Ricky Martin. El recital de anoche en el estadio de Velez (el primero de los tres que tiene previsto realizar en Buenos Aires en el marco de su gira «One World Tour) fue la confirmación de que el paso de los años lo han convertido en un artista integral.
La madurez, su evolución espiritual, la paternidad, su liberación sexual y la trayectoria en miles de escenarios internacionales hicieron que hoy, a sus 44 años, brille más que nunca.
Un artista con luz propia: sensible, carismático, talentoso, comprometido y seductor. Alguien que se entrega de cuerpo y alma en cada encuentro con su público:«Buenos Aires, ¿están listos para pasarla bien? Lo digo aquí y en todo el mundo. Lo único que quiero es que salgan transpirando y sin voz. Intenten ser libres. ¿Estamos listos para ser felices en este momento? Aquí tienen lo mejor de mi música y espero que la disfruten».
Y así fue, casi dos horas de adrenalina en las que ofreció un amplio repertorio: hits en inglés («Shake your bom bom», «Living la vida loca», «She bangs»), temas clásicos («Vuelve», «Tal vez», «Lola») y dos canciones de su nuevo disco «A quien quiera escuchar» («Disparo al corazón» y «La moridita»).
El momento de mayor empatía con los presentes llegó cuando entonó los clásicos lentos de sus comienzos. El estadio explotó con «A medio vivir». Preferencia por este tipo de canciones que el propio Ricky captó inmediatamente y confesó al público:
«Voy a cantar una canción que ustedes llevaron a los primeros puestos en las listas de popularidad hace un tiempo atrás… No sabía si la iba a cantar hoy pero creo que la energía está hoy aquí. En realidad solamente he venido a cantar esta canción aquí en Argentina. Si se me olvida la letra ustedes la cantan conmigo. Ojalá que la disfruten tanto como yo». Y comenzaron los acordes de «El amor de mi vida» para luego entonar «Fuego contra fuego».
Disfrutamos de un Ricky Martin al que ya no le importan las críticas. Un Ricky que se atreve a cantar un tema en pollera y luego a arengar al son de «No me importa el qué dirán» mientras interpreta «Por arriba, por abajo».
El cierre del show fue a puro ritmo con «María», «La copa de la Vida» y «La mordidita», colmando las expectativas de su público que tanto lo quiere. ¡Hasta la próxima Ricky!
Fuente: rantingCero
