La española cayó sin atenuantes frente a la estadounidense Christina McHale por 7-5 y 6-1 y, cuando estaba abajo 3-0 en el segundo set, no pudo contener su frustración y se largó a llorar durante un descanso.
Su entrenador, Sam Sumyk, entró para intentar calmarla, pero todo fue en vano. «¿Cómo voy a calmarme? No quiero jugar más», gritaba la española, que luego siguió jugando pero no pudo evitar la categórica derrota.
Fuente: Minuto Uno