Cientos de manifestantes anti-Trump se concentraron a las puertas del hotel de California en donde el precandidato tenía planeado dirigirse a los republicanos en una convención partidaria.
La situación se desmadró, la policía tuvo que intervenir y, para garantizar la seguridad del magnate, su equipo de vigilancia decidió obligarlo a descender de su cómoda limusina.
El multimillonario debió bajarse del vehículo en plena autopista y llegar al hotel a pie. Él y su comitiva caminaron sobre la carretera e incluso debieron sortear la valla de contención para seguir camino. La presión de las protestas fue tal que, finalmente, ingresó al hotel por la puerta trasera. «Sentí como si cruzara la frontera», dijo Trump.
Para tranquilidad del magnate republicano, la jornada terminó pero la policía tuvo una ardua tarea. En total,unas 20 personas fueron detenidas.
«Las protestas tras el mitin de Trump han finalizado. Unas veinte personas han sido arrestadas por la policía de Costa Mesa. No hay heridos. Los manifestantes fueron dispersados», informó en su cuenta de Twitter la oficina del sherif del condado de Orange.