Al menos 5.799 personas han muerto desde el inicio de los bombardeos de Rusia en el territorio sirio, según el recuento publicado hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. De esas víctimas mortales, al menos 2.005 eran civiles, entre los que hay 481 menores de edad y 305 mujeres.
Los ataque aéreos de Rusia se han cobrado también las vidas de 2.035 combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), así como las de 1.759 milicianos de brigadas rebeldes sirias y del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en el país árabe.
El pasado 30 de septiembre, Rusia comenzó los bombardeos en Siria en la que es su primera intervención directa en el conflicto en el territorio sirio desde su inicio en marzo de 2011.
Los ataques aéreos rusos han contribuido a un avance del Ejército sirio en los últimos meses,que ha progresado frente a ISIS en la provincia central de Homs.
Moscú y Damasco aseguran que los bombardeos son contra ISIS y otras organizaciones terroristas, pero activistas y opositores denuncian que también han tenido como blanco zonas residenciales y posiciones de organizaciones insurgentes como el Ejército Libre Sirio (ELS).
Mientras tanto, Rusia dijo que no pedirá a Damasco que deje de bombardear la región de Alepo, principal campo de batalla de la guerra civil en Siria, declaró el sábado el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Guennadi Gatilov, citado por la agencia de noticias rusa Interfax.
«No, nosotros no presionaremos (al régimen de Damasco para que suspenda sus bombardeos) porque hay que entender que se trata de una lucha contra la amenaza terrorista», afirmó. «La situación en Alepo forma parte de esta lucha contra la amenaza terrorista», agregó.
Decenas de civiles residentes en el sector rebelde de la segunda ciudad siria, situada en el norte del país, huyeron el sábado al amanecer de sus barrios por miedo a nuevos ataques aéreos del régimen, que lleva bombardeando la ciudad durante nueve días consecutivos, informó un corresponsal de la AFP en el lugar.