Los manifestantes también estacionaron una camioneta que en su cabina trasera tenía una vaca y un ternero, sobre la calle 3 de Febrero, en el marco de la protesta.
En declaraciones a Télam, Diego Aquino, integrante del Sindicato de Camioneros, dijo que «la idea era repartir 5 mil litros de leche fluida, pero bromatología no lo autorizó, y repartimos leche larga vida en cajitas, una por persona».
«El sector lácteo de toda la provincia está muy complicado, la recolección de la leche es difícil», dijo Aquino, y advirtió que «hay tambos que cierran» y además «los trabajadores están en situación de despido; ya se produjeron mas de 15 en esta zona en lo que va del mes, por eso los estamos acompañando y hablando con las empresas».
«Los empresarios nos respondieron -afirmó- que si la situación se revierte los van a volver a tomar, se estima que en tres meses podría acabarse la totalidad de producción lechera de nuestra provincia. Por ello se decidió hacer esta entrega gratuita a fin de colaborar con la gente y concientizar a las autoridades de lo crítico de la emergencia».
En tanto Rosaura, de 40 años, cuatro hijos, uno de ellos discapacitado mental, y dos nietos, vecina del barrio San Lorenzo, manifestó: «yo escuché que regalaban leche y me vine. Tengo muchos hijos, y necesitan alimentarse. Sufrimos las inundaciones desde noviembre, vivimos entre medio del agua, el barro y las enfermedades. Se está secando lentamente, pero falta mucho tiempo».
«Yo vivo de planes sociales, mi esposo de changas, me traje una damajuana para llevar leche, pero lamentablemente no pudieron traer en cisternas y nos dieron un litro en una cajita, lo que es realmente muy poco», agregó.
Por otra parte, una monja que se identificó como Guadalupe, de 45 años, afirmó: «yo vine a buscar leche para una familia de barrio Alto Verde, que tiene muchos niños», y agregó: «cada vez está todo mas caro y difícil de conseguir, estamos viendo la realidad, espero que los gobernantes también la aprecien y ayuden a la gente».
En tanto, Gabriela, de 44 años, afincada en el barrio Fonavi Centenario, aseguró: «tengo cinco hijos y dos nietos a mi cargo, trato de aprovechar lo que pueda para los chicos. Voy al club del trueque a comprar leche en polvo, lo que consiga para poder alimentarlos».
«Desde hace meses vivimos muy mal, hay zonas que se inundaron mucho, desbordaron cloacas y pozos negros, las casas están muy húmedas. Cuesta mucho vivir, cada vez más caro todo», manifestó.
Finalmente, Roberto, de 58 años, del barrio Las Delicias, declaró: «en estos momentos, que te den algo gratis es para aprovecharlo, y más si es leche para los pibes. Yo tengo seis hijos en edad escolar».
«Yo trabajo de carpintero, con tanta lluvia hace como dos meses que estamos parados, sin trabajo, terrible. Esperamos que alguien nos ayude un poco», concluyó.
Fuente: Telam
