Luego de la eliminación sufrida en la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro, Racing recibió en el Presidente Perón a Estudiantes, un equipo que llegó con las esperanzas intactas de lograr su boleto a la edición del próximo año del certamen continental.
Para los de Avellaneda no fue un partido más. Sin grandes objetivos en lo que queda del semestre, la Academia tenía la obligación de ganar para mantener la posibilidad de robarle la clasificación al Pincha, aprovechar los últimos compromisos de Diego Milito y poner a prueba la continuidad de Facundo Sava. Lejos de lo que se imaginaban algunos, el choque en el Cilindrotuvo una importancia superior la que se creía.
La visita solo tardó 5 minutos para amenazar al arco de Nelson Ibáñez. La triangulación entreIsrael Damonte, Augusto Solari y Lucas Viatri fue la acción que mereció abrir el marcador, pero el cabezazo del ex Boca se fue ancho. Las respuestas de los dueños de casa se basaron en la individualidad de Óscar Romero. El paraguayo complicó a la última línea platense y abasteció a los atacantes. En la más clara Diego Milito no llegó a empujarla a centímetros de la línea de meta. Además, un cabezazo de Nicolás Sánchez y un remate de Gastón Díaz (ambos por encima del travesaño) también preocuparon a Mariano Andújar.
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Antes de llegar al primer cuarto de hora, otro anticipo del central hizo lucir al ex arquero de laSelección. La marca de Jonatan Schunke no fue ningún estorbo para el defensor con pasado enGodoy Cruz que se quedó con el grito atragantado por la mano derecha del referente del León. El espectáculo era muy entretenido.
La velocidad de Lisandro López fue otro recurso para llegar a la red. Licha se movió por las bandas y también se asoció con el Principe, quien reclamó un penal luego de un remate que rebotó contra la integridad de Leonardo Gil. La decisión de Darío Herrera de ignorar la mano fue correcta.
Antes de que se vayan al descanso hubo otras opciones para salir del cero. Un intento de media distancia Luciano Aued, que se fue a centímetros del palo, y una contra perfecta elaborada porViatri, Auzqui y Gil fueron las chances que ejemplificaron la paridad del choque.
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En el complemento Luli Aued se encargó de la distribución y en un cambio de frente generó la situación más peligrosa de la noche. El dominio de Marcos Acuña le permitió a Milito estrellar su tiro en el poste. Una chance similar al mano a mano que tuvo unos instantes después, aunque en su segunda intervención envió la pelota por encima del travesaño. La Academia se merecía llegar a la red.
Los de Nelson Vivas reaccionaron rápido. La sorpresiva proyección del Colorado Gil fue otra opción para que Augusto Solari improvise un toque sutil que se fue a medio metro del caño deIbáñez. Además, algunas desinteligencias de Sergio Vittor facilitaban la tarea de los delanteros de Estudiantes.
El Loco tuvo que aparecer en un momento clave para mantener su invicto. La escapada deFacundo Sánchez le puso suspenso al pleito, porque después de una larga corrida no consiguió resolver de la forma correcta frente al mendocino.
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El disparo del Huevo Acuña al horizontal fue otro ejemplo de la injusticia que se vivió enAvellaneda. La fortuna no acompañó a los albicelestes que hicieron todo el desgaste para quedarse con los tres puntos.
En el cierre un codazo de Auzqui sobre Gastón Díaz dejó al Pincha con diez. Las explicaciones del atacante referentes a la disputa del balón no fueron tomadas en cuenta por Herrera y el sacrificio para conseguir la igualdad tuvo que aumentar.
El golpe de Damonte a Romero adentro del área pudo cambiar la historia. El León se conformó con el empate por dos razones: se sacó de encima a un rival que aspiraba a la clasificación internacional y evitó la derrota a pesar de la inferioridad numérica. De todos modos, si Atlético Tucumán le gana a Belgrano, la entidad del norte empezará a soplarle la nuca.
