Jorge Valdano marcó cuatro goles en el mundial de México 1986 y se transformó en un jugador histórico de la selección argentina. El más importante de sus tantos – tal vez – fue el 2-0 que convirtió en la final contra Alemania que ganaría aquel gran equipo.
Este lunes, habló. Y su mensaje fue contundente: «El fútbol argentino no existe. La AFA no existe. Básicamente, el fútbol argentino es Messi».
«Que Messi no esté presente es algo grave, es una pérdida», dijo por Radio Mitre, en el primer programa del ciclo Confesiones en la noche, conducido por Cristina Pérez.
Durante la conversación, en un ida y vuelta donde siempre estuvo presente la actualidad de la Selección y la renuncia de Messi, Valdano recordó aquel mundial: «Fallé un gol indigno en la semifinal ante Bélgica, una jugada gloriosa de Diego – como tantas – y la tocó hacia atrás después de eliminar al arquero, yo venía corriendo y cuando la quise empujar salió por arriba del arco.Después de eso, encontré el alivio en Marcelo Trobbiani que era mi compañero de habitación y me dio muchísimo consuelo. Me decía que yo iba a hacer un gol en la final«.
«Me parece increíble que Messi haya explotado. La respuesta tiene que ver con una acumulación de frustraciones. Soy partidario de que siga en la Selección. Es uno de los grandes capitanes del fútbol argentino. Hay una parte de Argentina que lo resiste. Él se termina reprochando las frustraciones. Messi representa la excelencia y hay un concurso de mediocres que lo ataca desproporcionadamente«, agregó en tono de comentario.
Luego, en una línea más cercana a la de cualquier fanático, completó: «Tenía la demanda de toda Argentina sobre su espalda. Eso se convirtió en un peso insoportable».
«En gran medida, los Argentinos condenamos a Messi porque le pedimos que sea Maradona. Estamos siempre en la búsqueda de la persona providencial. Nos creemos un pueblo superior, pero el que lo tiene que demostrar es un solo tipo. Los problemas del país son problemas de todos. Messi arrastraba esto hace tiempo. Estalló, a su manera», explicó Valdano.
«Al alzar una Copa del Mundo se siente una sensación infinita del deber cumplido, y el orgullo de sentirse – en parte – responsable de la felicidad de millones de personas«, concluyó.
Fuente: Infobae
