Hassan Sadeqi, preso político del régimen iraní en la cárcel de Gohardasht, escribió una carta dirigida a Ahmed Shaheed, relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de derechos humanos en Irán, con el objetivo de denunciar las represiones que recibe en prisión por parte de las autoridades persas.
El prisionero está condenado a 15 años de cárcel y asegura que está a punto de perder la vista del ojo derecho. Sin embargo, en la prisión le rechazaron las solicitudes que realizópara poder ser atendido del problema ocultar que arrastra desde hace casi 20 años, consigna el Consejo Nacional de la Resistencia iraní.
Sadeqi estuvo encarcelado entre 1982 y 1988 en la prisión de Evin, donde fue golpeado brutalmente con cables durante los interrogatorios. «A causa de los golpes recibidos, me diagnosticaron cataratas en el ojo derecho», señaló en su carta a la ONU.
El preso político del régimen iraní aseguró que en ese momento no recibió ayuda y recién en 1988, cuando fue liberado, pudo ser atendido por un médico. «Pero ya era demasiado tarde».
Luego se sometió a una operación en el hospital Real de Teherán, pero el sufrimiento se agudizó en 2012.
Ese año fue detenido nuevamente y golpeado por los interrogadores persas. «Sufrí lesiones en la cabeza a causa de los golpes recibidos», recordó en su misiva.
Y agregó: «En una de estas sesiones de golpes, entré en estado de coma. Cuando recobré el conocimiento, me di cuenta de que había perdido la mitad de la visión en el ojo derecho».
Volvió a ser liberado bajo fianza y se dirigió al hospital Labaffi Nejad, donde fue atendido por un cirujano ocular. Los especialistas le diagnosticaron glaucoma y le aconsejaron que sea supervisado regularmente.
«Ahora estoy en la cárcel de Gohardasht, condenado a 15 años de injusta prisión. He pedido ver a un médico en varias ocasiones, pero las autoridades han rechazado mi solicitud», apuntó.
En el final de la carta, acusó a Irán de ser «un régimen corrupto, incapaz de ser moderado», y aseguró que las hostilidades contra los prisioneros políticos «es una práctica común en prisión».
Fuente: Infobae