Dentro del hogar del equipo local de basketball Cleveland Cavaliers, la primera jornada -dedicada a discutir sobre «Hacer a Estados Unidos seguro de nuevo»- comenzó con un acalorado debate de los delegados que se oponen a que Trump los represente, agrupados en la facción «Never Trump» (Nunca Trump).
Las delegaciones de Utah y Virginia pidieron a los gritos que se dejara a los estados decidir votar a conciencia, y no por unanimidad y en línea con lo dictado por el resultado de las primarias, algo que les fue negado repetidas veces.
La intención de delegados como el senador de Utah, Mike Lee, era que, liberando a los compromisarios, se pudiera forzar una rebelión contra el candidato republicano a la Casa Blanca, el magnate Donald Trump, que teóricamente tiene el número de delegados necesarios para ser elegido oficialmente.
Varias horas más tarde será el turno de los principales oradores que abrirán el horario central entre quienes figuran el ex gobernador de Texas, Rick Perry; el ex intendente de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani; y la mujer del propio Trump, la ex modelo eslovena Melania Knauss, que romperá el largo silencio y hablará públicamente para apoyar a su marido.
Si bien Trump tenía planeado sumarse el miércoles, un día antes de su discurso de nominación, llegará esta misma noche desde la Gran Manzana junto a su esposa para presentarla e introducir sus palabras.
Concluida la intervención de la ex modelo eslovena, la pareja regresará esta misma noche hacia Nueva York, según detallaron medios locales.
A las puertas del estadio, donde se supone que la convención terminará eligiendo a Trump como candidato presidencial para las elecciones del 8 de noviembre, hubo más de 50 protestas y personas que portaban armas libremente en medio de un fuerte operativo de seguridad.
Durante los próximos días, el encuentro partidario reunirá a cerca de 50 mil personas en el estadio Quicken Loans entre delegados, empresarios, políticos, lobistas y hombres de negocios.
La mayoría espera ver a Donald Trump coronado el jueves como el candidato que peleará contra Hillary Clinton por la Casa Blanca.
En esa concurrencia a la convención, que se celebra hasta el próximo jueves, figuran también unos 5.000 delegados que representan a los 50 estados de EE.UU., el Distrito de Columbia, donde está la capital Washington, y cinco territorios vinculados al país norteamericano.
Si bien las convenciones son planeadas con años de anticipación, en esta oportunidad la seguridad jugó un rol protagónico tras los últimos tiroteos contra policías, los atentados y el malestar que genera Trump con sus polémicas declaraciones que llevaron a convocar marchas en contra y a favor del empresario devenido en político.
Todos estos hechos se conjugaron no sólo en las calles de la ciudad que alberga a casi 400 mil habitantes sino también en la organización del mega-evento, que se vio afectada por largas filas para obtener las acreditaciones.
Tampoco dejó de hacerse presente la falta o escasez de información difundida a los voluntarios que colaboran con los visitantes hasta poco antes de dar inauguradas las actividades.
A diferencia de otras convenciones, por ejemplo, los 15 mil periodistas que arribaron a Ohio para cubrir la nominación del postulante republicano fueron ubicados en un centro de convenciones situado a varios minutos en bus de donde transcurren las sesiones.
El recorrido lleva cerca de 30 minutos, y otro tanto en el colectivo de regreso cada vez que es necesario trasladarse hacia el estadio.
La desorganización es tema recurrente entre los asistentes y voluntarios, quienes reconocieron a Télam que mucho tiene que ver con que hasta el día de hoy no se les reveló ninguna información sobre la convención y que la misma es distribuida con gotero por cuestiones de seguridad.
Otro cambio respecto a convenciones pasadas es que las inmediaciones del estadio están completamente valladas y sin el folklore colorido de vendedores ambulantes que en este tipo de ocasión suelen copar las calles con souvenirs y objetos del precandidato y del partido anfitrión.
Mañana, el tema de las convenciones estará centrado en «Hacer que Estados Unidos funcione de nuevo» y contará con la participación del presidente de la cámara Baja del Congreso, Paul Ryan, el gobernador Chris Christie, el ex precandidato Ben Carson y el hijo del multimillonario, Donald Trump Junior, entre otros.
La Convención Nacional Republicana se inauguró después de que Trump anunciara el pasado viernes que su compañero de fórmula y aspirante a la Vicepresidencia será el gobernador de Indiana, Mike Pence.
Hoy se destacan también las ausencias. Para demostrar su oposición a la nominación de Trump, a quien consideran un error que puede dejarles sin la Casa Blanca frente a la demócrata Hillary Clinton y hacerles perder el control de Senado, no están presentes el ex presidente George W. Bush ni el ex candidato presidencial republicano Mitt Romney.
Entre quienes van a protestar contra la posible designación de Trump estarán miembros de las nuevas Panteras Negras (Black Panther Party), un grupo que reivindica el «poder negro», y que ya han anunciado que llevarán armas porque los ampara la ley, según consignó la agencia EFE.
Este dato no es menor, Estados Unidos vive una pesadilla de tensión racial, que se enardeció con el tiroteo de Dallas, donde murieron cinco policías blancos y con el ataque de ayer a tres policías en Baton Rouge, Luisana, ambos en manos de dos jóvenes negros ex veteranos de guerra que actuaron tras los últimos dos casos de gatillo fácil que desataron masivas protestas.
Más de 100.000 globos inundarán el estadio, donde suelen jugar los Cavaliers de LeBron James, como símbolo de una gesta inédita en la que un magnate de los casinos, sin experiencia política, llegó a candidato presidencial pese a la oposición de la élite del partido republicano.
Otra de las postales, fue la de más de cien mujeres desnudas -también es ilegal sacarse la ropa en público en Cleveland, Ohio- que a modo de perfomance recibieron a los convencionales y posaron en un terreno privado para no ser detenidas.
Fuente: Telam