El líder del Partido Popular (PP) cuenta con 137 diputados y prácticamente todas sus opciones de repetir al frente de La Moncloa, sede del Ejecutivo, pasan por lograr la abstención del Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez, segundo con 85 diputados.
Pero los socialistas mantienen el voto negativo a la investidura de Rajoy, con lo que al dirigente conservador sólo le queda la opción de explorar un voto afirmativo de Ciudadanos, con 32 diputados, más los 5 del Partido Nacionalista Vasco (PNV), y uno de Coalición Canarias (CC), más una abstención.
«Si se produce un pacto entre el Partido Popular y los que dicen que quieren romper España nos tendríamos que replantear la abstención», dijeron desde Ciudadanos
Ciudadanos anunció que votará «no» en la primera sesión de investidura y se abstendrá en la segunda, para no obstruir la reelección de Rajoy, aunque insiste que el PSOE debe negociar con el PP para adoptar igual posición.
Sin embargo, el dirigente conservador se acercó a los nacionalistas vascos y catalanes, dejando a un costado su enfrentamiento por el conflicto secesionista, principalmente en Cataluña.
Así, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), ambos de centro derecha, terminaron dando el martes sus votos a Ana Pastor para su elección al frente del Congreso de los Diputados, aunque los dirigentes de estos partidos niegan haber pactado con el PP.
Este hecho provocó recelos en Ciudadanos, partido que también había brindado su respaldo a la candidata del PP, lo que hacía presagiar que terminarían concretando un acuerdo para un voto afirmativo a Rajoy durante su investidura.
Los liberales se plantean ahora dar un paso hacia atrás, previendo que el PP negocia también con los nacionalista para que apoyen o se abstenga su votación de investidura.
«Si se produce un pacto entre el Partido Popular y los que dicen que quieren romper España nos tendríamos que replantear la abstención», dijo este miércoles el vicesecretario general de los liberales, José Manuel Villegas, en conferencia de prensa en el Congreso de los Diputados.
«No lo entendemos», remarcó Villegas, quien cree que esos votos nacionalistas no eran necesarios para la elección de Pastor.
El voto de los catalanes de CDC sería a raíz de que de esa forma obtendrían el respaldo del PP para tener un grupo propio en el Congreso, lo que les permite, entre otras cosas, tener voz propia y subvenciones.
«No hay pacto ni con el PP ni con Ciudadanos, las votaciones son secretas», se limitó a decir Francesc Homs, líder parlamentario de CDC, partido que promueve la secesión de Cataluña.
«Es muy evidente que fue CDC, los números cantan», sostuvo por su parte Xavier Domenech, el líder de En Comú Podem, quien cree que los independentistas «se vendieron por un plato de lentejas».
Desde el PP, el vocero parlamentario Rafael Hernando, confirmó en declaraciones a la radio Cope que los votos habían llegado de los nacionalistas pero que era «un acuerdo puntual» para garantizar que el pacto previo entre conservadores y liberales no se frustrara.
A través de su cuenta de Twitter, Hernando también afirmó que es partidario de que CDC tenga grupo propio en el Congreso, algo que también apoya el PSOE.
Albert Rivera, líder de Ciudadanos, no está de acuerdo y advierte que «es irresponsable que PP y PSOE prefieran pactar el gobierno con partidos separatistas en vez de llegar a acuerdos entre constitucionalistas», según escribió en su cuenta de Twitter.
«Si el PSOE no se abstiene y el PP no le da la mano, habrá bloqueo y terceras, cuartas o quintas elecciones», reiteró Rivera.
Fuente: Telam