Andrea Pietra soñaba con convertirse en madre. Primero intentó quedar embarazada y como no pudo lograrlo, se sometió a diversos tratamientos. Finalmente, en 2010 con su pareja Daniel Grinbank adoptaron a Stephanie en Haití.
«Agradezco no haberme embarazado, ella es la hija que yo tenía que tener. Es lo más hijo mío que puede existir en este mundo», aseguró la actriz en un adelanto de una entrevista que se verá en el programa David y Goliat este viernes a las 22.
Aunque ya había hablado en los medios sobre el proceso de adopción, Pietra muestra por primera vez imágenes de la pequeña, en el ciclo deTodo Noticias conducido por la periodista María Laura Santillán.
«El in vitro en sí es desgarrador. Es muy desmoralizador cuando viene la menstruación con todo, imaginate todas las inyecciones que una se puso, todas las hormonas en el cuerpo, toda esa sensibilidad. También hace que tu cotidianeidad se vea turbada», explicó la actriz sobre los tratamientos de fertilización que debió realizar.
Pero más allá de las adversidades, siguió adelante con su lucha: «¿Por qué perderse la tarea de ser madre cuando hay tantos niños que no tienen una madre para que los críe para que los cuide? Si uno lo que quiere es eso. Yo quería ser mamá, no sé si quería tener una panza, yo quería tener al bebé, al hijo». Luego, declaró: «La maternidad hace que te dejen de importar un montón de cosas, pero la adopción hace que digas ‘qué me importa eso que pasó’…».
En 2010, Andrea Pietra y Daniel Gribank adoptaron a Stephanie, una nena haitiana de seis meses que vivía en un orfanato caribeño. «En el momento en que decidimos adoptarla, yo estaba trabajando y no sabíamos cuánto iban a durar los trámites. Así que Dani viajó para conocerla y vivió con ella en un lugar sin agua corriente y sin alimentos», relató la actriz en una entrevista con la revista Para Ti.
Además, la intérprete reveló cómo le contó a la niña que había sido adoptada: «Le expliqué que yo no pude tener un bebé en la panza y que ella nació de la panza de otra mujer que la dejó en un lugar para que la cuidaran hasta que nosotros la fuimos a buscar. Es un hecho natural, fue lo que sucedió y así son nuestras vidas. Ahora hasta actuamos el día en el que nos conocimos y nos morimos de la risa. Obviamente, la historia tiene su parte de tristeza porque así como todas las mujeres creen que pueden embarazarse, todos los chicos piensan que sus padres los pueden tener».