Una Educación de calidad

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PROFESORA GRACIELA CORPOS DE TORRES

Muchas opiniones se han vertidos estos días en relación al anuncio del Ministro Sileone relacionado con el incremento de 10 días al calendario escolar. Pero antes de entrar en el tema creo que hay dos cuestiones a tener en cuenta: primero que dicha medida ya fue impulsada en marzo del 2010 a través de la resolución 94/2010 del Consejo Federal de Educación y lo segundo es ¿Qué entendemos por calidad?

El termino calidad en educación fue cambiando según el paradigma en que se encontraban los equipos técnicos del Ministerio de Educación de la Nación en relación a las políticas gubernamentales, así en los años 90 este término se expresa en términos de eficiencia y eficacia. Hoy este término tiene otra significación.

Si recurrimos a la resolución 134/11 del Consejo Federal de Educación la misma establece (desde el 2005) en concordancia con la UNESCO que una educación de calidad es “cuando logra la democratización en el acceso y la apropiación del conocimiento por parte de todas las personas, especialmente de aquellas que están en riesgo de ser marginadas”. En esta visión prevalece la reivindicación de la educación como un derecho de todas las personas.

Como puede verse en la misma se destacan dos aspectos: la democratización al acceso y la apropiación del conocimiento. En relación a la primera creo que son muchas las señales desde las políticas implementadas que garantizan este acceso. Pero con relación a la segunda no podemos negar que el tiempo de enseñanza es un factor crucial para alcanzar aprendizajes. La UNESCO recomienda para una educación de calidad entre 850 y 1000 horas, en el caso de nuestro país, cumpliendo los 180 días de clase aseguramos un piso de 720 hs (4hs por 180).

Entonces si tenemos en cuenta que sí es importante incrementar horas de clase, es necesario pensar en estrategias que permitan solucionar el problema de estos “10 días extras” y que vayan acorde a los factores climáticos de nuestra provincia.

Recordemos que incrementar 10 días, implica a razón de 4 horas diarias 40 horas que sumadas a las 720 lleva el piso a 760

¿Cuáles pueden ser algunas posibles soluciones? La primera, sin duda, es incrementar media hora a cada jornada, esto implica agregar al piso de 720 horas 90 más, lo que hace un nuevo piso de 810 horas distribuidas en 180 días de clase. De esta manera estaríamos más cerca de lo recomendado por la Unesco.

Lo segundo es que no debemos olvidar que la Ley de Educación Nacional en su artículo 28 expresa que “ Las escuelas primarias serán de jornada extendida o completa con la finalidad de asegurar el logro de los objetivos fijados para este nivel por la presente ley” por cuanto es muy importante pensar en esta política de extensión de la jornada escolar que sin lugar a dudas aumenta el tiempo de aprendizaje de los alumnos y además permite realizar un mejor acompañamiento a los alumnos con mayores necesidades.

La pedagoga Silvina Gvirtz, reconocida docente e investigadora de la Universidad de San Andrés, sostiene que “la jornada completa o extendida es esencial para el mejoramiento de la calidad educativa”.

La extensión de la jornada escolar es una aspiración fijada no solo en la Ley de Educación Nacional sino también contemplada en la Ley de Financiamiento Educativo.

En el caso de nuestra provincia existe un alto número de escuelas de segunda y de personal único las que paulatinamente podrían ir transformando su jornada.

Una tercera solución, también factible en relación al tiempo, es la disminución de la cantidad de alumnos por grado y/ o sección, ya que implica aumentar el tiempo de exposición del alumno con el docente. En este caso el supuesto no se basa en la idea de que el tiempo no alcanza para desarrollar los contenidos sino que la problemática se centra en la dinámica pedagógica de un aula demasiado numerosa ante la complejidad de los grupos de alumnos.

En el caso de las escuelas secundarias, en la actualidad hoy ellas, siguen sosteniendo las estructuras fijadas por la Ley Federal de Educación y es muy importante tener en cuenta que el artículo 32. Inc c) de la Ley de Educación Nacional establece “Un mínimo de VEINTICINCO (25) horas reloj de clase semanales” lo cual hace un piso de 900 horas (5 hs por 180 días) lo cual estaría dentro de lo recomendado por la Unesco y que, por lo tanto, requiere urgente el trabajo en la elaboración de las nuevas estructuras. Y que mejor pensar que en ellas se concreten propuestas beneficiosas para los alumnos como es “metodología de estudio”, un segundo idioma, talleres de informática, talleres de teatro, de danza, etc.

Numerosos desafíos hemos pasado quienes profesamos esta profesión: la docencia. Hoy nuevamente estamos ante este nuevo desafío y no dudo que sabremos elegir lo mejor para nuestros niños y jóvenes.

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