Lo que comenzó como una celebración terminó de la peor manera por un crimen que se agrega a la larga lista de hechos de inseguridad que se registran en distintos puntos del país.
En esta oportunidad todo ocurrió en la calle 35, entre 147 y 148, en el barrio San Carlos, de La Plata, donde Orlando Casimiro Doza (57), un ciudadano peruano que estaba radicado desde hacía varios años en esa ciudad, recibió un tiro en el pecho al querer defender a varios chicos de un robo.
La víctima festejaba su cumpleaños ayer a la madrugada. Estaba en compañía de su familia, amigos y vecinos, pero la alegría del momento se vio abruptamente interrumpida por una serie de gritos que provenían de la calle. Orlando, junto a otros hombres, salieron a para ver de qué se trataba. Fue en ese momento en que supieron que al menos dos jóvenes -que al parecer habían llegado en una moto– trataban de asaltar a varios adolescentes que estaban en la vereda. Entre ellos había una joven, que ya estaba tirada en el piso.
«Eh, ¿qué pasa acá?», habría alcanzado a gritar el hombre para ahuyentar a los agresores. Según el relato de testigos, durante algunos segundos logró su objetivo. Los dos ladrones se subieron a la moto y comenzaron a escapar sin robar nada. Pero este no fue el final de la historia. Mientras huían notaron que cada vez más personas salían de la casa y al ver que podrían atraparlos, comenzaron a disparar. Uno de esos tiros impactó en Doza.
Los agresores escaparon por calles de tierra de esa zona del oeste de la ciudad. También los menores que estaban involucrados en la discusión se fueron después de las detonaciones.
«Cuando vieron que iba saliendo cada vez más gente de la casa se creyeron que los podían agarrar, porque se les iban al humo. Y por eso empezaron a los tiros, para cualquier lado. Dispararon como cinco veces», aseguró Javier (25), uno de los hijos de la víctima, al diario El Día.
Minutos después llegó la Policía y una ambulancia para asistir a Orlando. El hombre fue llevado hasta un centro asistencial, donde murió horas después. Los investigadores intentaban encontrar a los integrantes del grupo que estaba en la vereda para conseguir alguna pista que los lleve hasta los atacantes.
«Chino, mi gran amigo, consuegro, que Dios te tenga en la gloria. Que ironía no? Ayer estuvimos juntos festejando el cumple de mi hijo y dos hdp te sacaron la vida. Te voy a extrañar consuegro, que descanses en paz», lo despidió en Facebook Daniel Bravo, el papá de la nuera de la víctima. La causa fue caratulada como «homicidio» y aún no hay detenidos.
Los hechos de inseguridad son moneda corriente en el barrio y la familia de Orlando ya había experimentado intentos de robo aunque con mejor fortuna. Tiempo atrás, delincuentes trataron de robar su casa pero él y otros familiares se asomaron para mostrarles a los asaltantes que los superaban en número y evitaron el asalto.
«Esto pasa casi siempre, los robos con arma son muy comunes. Muchos preferimos que las calles estén poceadas para que los ladrones no se puedan escapar rápido después de un asalto. La verdad es que la gente del barrio no puede entender que hayan matado a un tipazo como mi viejo», se lamentó Javier.