Tras los dos ataques terroristas de julio pasado en Niza y en Normandía, el gobierno francés envió a las escuelas de todo el país una serie de recomendaciones e indicaciones a tener en cuenta ante eventuales amenazas cuando comience el año escolar.
«La seguridad en las escuelas e instituciones escolares es una prioridad absoluta», detalla una nota de instrucciones conjunta del Ministerio de Educación y del de Interior, firmada el pasado 29 de julio y dada a conocer ayer. «Los recientes atentados y el contexto de amenaza terrorista imponen reforzar la vigilancia», añade el texto, dirigido a las delegaciones de gobierno y a los rectores académicos.
La primera recomendación se refiere a los esfuerzos de prevención, por lo que se pide a los directores de las escuelas que organicen reuniones al inicio del curso con los padres para ponerlos al tanto del conjunto de las medidas. El día anterior al comienzo de clases, los responsables de cada centro deberán poner a prueba también un sistema de alertas por mensaje de texto, destinado a avisar todos los docentes en el menor tiempo posible sobre cualquier ataque.
Durante el año los colegios deberán realizarán tres ejercicios de seguridad, uno de los cuales será un simulacro de atentado en el que un supuesto terrorista ingresó en la escuela. En este caso, la alarma debe emitir un sonido diferente al de una alarma en caso de incendio, recuerda el texto.
Durante los 45 minutos que dura este simulacro, los alumnos deben atrincherarse en sus salones, alejarse de las ventanas y puertas y esconderse en silencio durante 20 a 30 minutos.
Ante un posible ataque, para mejorar su «capacidad de no dejarse sorprender y tener las reacciones adecuadas», los alumnos serán «entrenados en los gestos que salvan». Además, los alumnos delegados (elegidos por sus compañeros como representantes de cada clase), tendrán que aprobar un curso de primeros auxilios.
El texto pide también identificar los lugares que requieren un refuerzo especial de seguridad y los alrededores de las escuelas, donde se reforzará la vigilancia, y evitar en lo posible las concentraciones de personas. Por último, el gobierno recordó la necesidad de mantener la vigilancia de alumnos y profesores que podrían estar en proceso de radicalización.
La Nación