La fría letra del resultadismo entregará que el equipo albiceleste quedó eliminado en cuartos de final de la cita olímpica a manos del máximo candidato al oro, Estados Unidos. Así, el conjunto argentino ocupó la octava colocación.
Sin embargo, el funcionamiento del equipo permitió deducir que «se puede competir con las potencias», tal como lo anunció el director técnico Sergio Hernández. Tal vez, antes de empezar los JJ.OO., esa frase iba a ponerse en duda.
Argentina, campeón olímpico en Atenas 2004, medalla de plata en el Mundial de Indianápolis 2002 y presea de bronce en Beijing 2008, ya no tiene a todos los exponentes que ayudaron a conformar la mentada Generación Dorada de la disciplina, quizás el equipo colectivo de mejor rendimiento y con mayor aceptación de parte del público.
En la noche del miércoles, el escolta bahiense Emanuel Ginóbili (39 años; 104 partidos internacionales) y el alero santafesino Andrés Nocioni (36; 121), dos de los emblemas que participaron de casi todas las gestas, le dijeron adiós a la camiseta celeste y blanca.
Como antes lo hicieron Fabricio Oberto, Juan Ignacio ‘Pepe’ Sánchez, Rubén Wolkowyski, Leonardo Gutiérrez, Walter Herrmann o Pablo Prigioni por citar solamente a algunos ejemplos de jugadores que integraron o ayudaron a conformar esa camada histórica.
«Me voy porque creo que con esta camiseta ya dí todo. Además en mi posición están chicos como (Patricio) Garino o (Gabriel) Deck que están creciendo a pasos agigantados y demuestran que serán el recambio por los próximos diez años como mínimo», sostuvo el ‘Chapu’ Nocioni a la hora de brindar explicaciones de cómo quedaba cubierta la colocación que él ocupó durante casi 15 años, desde aquel Premundial de Neuquén 2001.
La camada de recambio no sólo la integran los citados Garino-Deck sino también el pivote Roberto Acuña (Peñarol de Mar del Plata) o el alero Nicolás Brussino (Dallas Mavericks, NBA).
Además, los bases Facundo Campazzo (UCAM Murcia, 25 años) y Nicolás Laprovíttola (Estudiantes de Madrid, 26) vienen siendo -hace algunos torneos- los responsables de alternar en la conducción desde que Prigioni o ‘Pepe’ Sánchez comunicaron sus respectivas despedidas.
El capitán Luis Scola (36) ya avisó que seguirá jugando «unos torneos más», mientras que Carlos Delfino (33) mantiene la duda, a partir de las dificultades que atravesó en la recuperación de una traumática lesión en el pie derecho, que incluyó siete operaciones y más de 1.100 días de inactividad.
Independientemente de ello y, de cara a las nuevas ‘ventanas FIBA’ (las clasificaciones a los torneos se harán, a partir de ahora, como en el fútbol, con eliminatorias continentales), el entrenador que comande el próximo ciclo hallará jugadores con frondosa experiencia.
Pero también tendrá a disposición a otros con rodaje intenso y necesitará apoyarse en jóvenes que están surgiendo a la consideración como Juan Pablo Vaulet (Bahía Basket) Javier Saiz (Regatas Corrientes), Lautaro López (San Lorenzo) o el Sub 17 Francisco Caffaro (Atlético Trebolense), entre otros. El recambio necesario ya está en marcha, aunque no parece aconsejable solicitar resultados inmediatos.
Fuente: Telam
