La reanudación de las conversaciones entre los propietarios de los equipos y el sindicato de jugadores para un nuevo contrato tarifario devolvió hoy a los aficionados la esperanza de que se llegue a un acuerdo en el conflicto laboral de la NBA.
Ambas partes negociaron más de 13 horas, hasta bien entrada la madrugada de hoy, jueves, en un hotel de Nueva York sobre el final de la suspensión de los jugadores y cómo salvar la temporada de la NBA.
«Poco a poco hay progresos», dijo uno de los participantes. Seis días antes las conversaciones se habían interrumpido sin resultados concretos. Las dos primeras semanas de la temporada, con 100 partidos, ya fueron canceladas.
El jefe de la NBA, David Stern, renunció, en contra de lo esperado, a cancelar más partidos hasta la reanudación de las negociaciones.
El punto decisivo es la participación de los jugadores en la distribución de los ingresos anuales de 4.300 millones de dólares.
Los dueños de los equipos ofrecieron una solución del 50 por ciento. Los jugadores habían reducido hace poco sus exigencias del 57 al 52,5 por ciento, pero no quieren hacer más concesiones, lo que abre la posibilidad de que se cancele la temporada completa.
Numerosos jugadores, entre ellos la superestrella Dirk Nowitzki, del campeón Dallas Mavericks, están considerando la posibilidad de jugar en el extranjero o firmaron ya para equipos europeos durante un período limitado, como hizo el español Serge Ibaka con el Real Madrid.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ya hizo pública su preocupación por la disputa laboral y apeló a ambas partes a ponerse rápidamente de acuerdo.
