«Cuando muere un santiagueño nadie lo llora, nadie lo llora, le cantan una vidala se va a la gloria, se va a la gloria» con este fragmento se puede graficar el momento de la despedida a Guillermo «Fatiga» Reynoso de parte de sus compañeros y amigos.
Mario Álvarez Quiroga, junto a otros músicos fueron algunos de los que le dedicaron canciones y vidalas a su entrañable amigo.
«Cosecharás lo que sembraste dijo mi viejo en un silencio profundo…y de pronto de la melancolía más grande pasamos a la emoción total, casi alegría de saber que ahí estaba su siembra….su familia pura y hermosa, su música, su sencillez, su gente. Centenares de personas que estábamos ahí llorando y riendo, yo no sé cómo será en otro lado, pero en Santiago del Estero a los músicos se los despide cantando. ¿Puede haber algo más profundo y bello? yo creo que no. Por la emoción apenas pude grabar un pedacito de algo inolvidable, hoy sentí que la muerte no pudo, que escapaba avergonzada entre el tumulto; que Fatiga sólo dormía y que ya está otra vez viviendo en la eternidad más sublime que es la música y el pueblo…su pueblo», con éstas palabras Alejo Álvarez Quiroga expresaba los momentos vividos en la despedida.
En tanto Martín Reynoso, hijo de «Fatiga», junto a Onofre «el Negro» Paz interpretaron «Por todo Santiago voy a vidaliar, io soy atamishki viva el carnaval’, siendo otro de los momentos más emotivos.
