Apenas amanecía en el departamento Banda y las diferentes rutas con destino a Sacha Pozo se vieron envueltas en banderas, ponchos y cintas coloradas. A pie, a caballo o en algún vehículo, los fieles se iban acercando a cumplir la promesa o simplemente agradecer al Señor de San Gil que los espera -como cada año- en su capilla.
Fue una jornada atípica se presentaba cielo gris y viento frío, sin embargo el repiquetear de los bombos, las bombas de estruendo y la multitud de gente esperando ingresar a la capilla le ponían color y calor a este primero de septiembre.
Las muestras de fe fueron incesantes, el ingreso al santuario de rodillas, pequeños vestidos con las capas rojas y portando su bombo, y la mirada puesta bien al frente observando a la imagen milagrosa que sigue siendo custodiada por la familia Cobacho.
Misa
La misa central a cargo del padre Tenti se desarrolló pasadas las 16 y, posteriormente, se realizó la procesión desde el santuario hasta el lugar donde fue encontrada la imagen sagrada, a un kilómetro aproximadamente, donde los promesantes aprovecharon para recibir la bendición pasando bajo la imagen del santo, como lo reza la tradición.
Operativo
La celebración se desarrolló normalmente según lo expuesto por las autoridades policiales, quienes manifestaron que ya habían pasado más de 7.000 personas promediando las 15.
La fiesta de San Gil dejó, una vez más, una clara muestra de fervor popular y la fe en el santo de los pobres.