Habla Sri Sri Ravi Shankar, con tono pausado: «Sacude tus manos. Relajate. Haz tu cuerpo flexible». En el jardín de la embajada de India en Cuba, resuena la voz casi infantil de quien promete un mundo sin violencia ni estrés. Desde la tarima donde está sentado, el gurú indio vestido con una túnica blanca retoma: «La meditación es un viaje del movimiento a la quietud. Del sonido al silencio». Frente a él, en el público, integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), sin uniformes ni armas, siguen sus instrucciones.
La meditación fue en junio de 2015, en el segundo de los tres días que duró el encuentro entre Ravi Shankar y los altos mandos de la guerrilla, entre ellos el jefe negociador con el gobierno colombiano, Luciano Marín Arango alias Iván Márquez. En el conflicto de más de 50 años, los guerrilleros que se consideran el ejercito del pueblo, no lograron tomar el poder. Tampoco los sucesivos gobiernos -que al igual que numerosos organismos internacionales consideran terroristas a las FARC-, pudieron terminar con ellos. Ahora, Sri Sri se sumaba a los esfuerzos de los diálogos de paz entre ambas partes.
En la comitiva de Ravi Shankar, había una argentina, Paula Schargorodsky, que grabó imágenes de aquel cónclave y las compiló en un cortometraje que se acaba de estrenar: El Gurú y las FARC.
Además de ser productora y cineasta, «el 26 por ciento» de Schargorodsky anhela una vida espiritual. Así lo dice en 35 y soltera, un documental en el que las vicisitudes de no saber qué elegir para su vida la hicieron viajar hasta la India a buscar respuestas. Cuando conoció al gurú, pensó: «Con esta persona tengo que hacer una película». Las peregrinaciones de Sri Sri la llevaron desde de principios de 2014 a Estados Unidos, Nepal, Alemania y Canadá, entre otros destinos. También a Colombia y Cuba.
Para la cineasta, Ravi Shankar es a la vez una persona «ordinaria y extraordinaria». «Hay algo que tiene que ver con su presencia. Irradia confianza», dijo a Infobae Schargorodsky, que siente que filmarlo «es un privilegio».
Para lograr el objetivo de «ver una sonrisa en cada rostro» –según la descripción de su perfil en Twitter–, el gurú creó en 1981 la fundación El Arte de Vivir. La ONG con sede en Bangalore se desarrolló en más 150 países, donde se involucró en cientos de proyectos humanitarios y educativos. El varias veces candidato al Nobel de la Paz comparte además su visión en internet y las redes sociales, donde suma millones de seguidores. Sri Sri es famoso y nada parece envidiarle a una estrella de rock.
El gurú tiene detractores también. Cuestionan sus alianzas políticas y ven detrás de los cursos de meditación y respiración, por los que es famoso,las prácticas de una multinacional con aceitadas estrategias de marketing que seducen a las clases medias urbanas.
Antes de viajar a La Habana, Sri Sri se entrevistó con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos –en un encuentro a puertas cerradas que duró más tiempo de lo previsto, dijo la cineasta argentina– y con víctimas del conflicto armado.
En la primera reunión en Cuba, los guerrilleros parecían «en tensión», «miraban al piso», dijo a Infobae el argentino Francisco Moreno Ocampo, director de El Arte de Vivir en México, que cumplió un rol clave para lograr el encuentro. Después de un par de horas, «el ambiente estaba más sereno», contó el hijo del ex fiscal argentino de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, que hizo un aporte en La Habana sobre cuestiones relacionadas a la justicia internacional.
Francisco notó «un cambio muy sutil en los miembros de las FARC en cuanto al concepto gandhiano de la no violencia». El mensaje del gurú espiritual debe haber llegado: para los 35 años de El Arte de Vivir, el líder guerrillero Iván Márquez envió en un mensaje por video, «un saludo lleno de afecto» a la fundación. Además, agradeció a Sri Sri por «su preocupación humanitaria» y su «solidaridad para poner fin al más largo conflicto armado de América».
Una semana después del encuentro con Ravi Shankar en junio de 2015, la guerrilla anunció un cese del fuego unilateral. El pasado 23 de junio de 2016, el gobierno de Colombia y las FARC lograron un acuerdo definitivo, que será sometido a un referendo popular.
Schargorodsky hace campaña por el sí y espera que su documental, de acceso libre en internet, «sume al debate». Moreno Ocampo cree que «la paz es algo que se debe sentir internamente» y que la Fundación tendrá un rol todavía para jugar a futuro. Para ello, los colombianos primero deberán decidir si avalan el acuerdo de paz. El referéndum es anunciado para el próximo 2 de octubre, día del natalicio del Mahatma Gandhi.