La conducción del Indec, encabezada por Jorge Todesca, cumplió con la promesa de reconstruir en ocho meses los umbrales de pobreza e indigencia, y difundió los datos desde abril hasta agosto de 2016.
La información circunscripta al área de la Ciudad y el Gran Buenos Aires, que es clave para fijar las líneas de indigencia y pobreza de la población del AMBA, determinó para agosto niveles de $5.175,92 y $12.489,37, respectivamente, para una familia tipo compuesta por dos adultos y dos menores de 6 y 8 años.
De ahí surgió que una familia que no fue capaz de generar o recibir ingresos monetarios por todo concepto, incluidos los provenientes de programas asistenciales, mayores de $172 por día para poder comer, cayó en estado de indigencia, mientras que la que pudo superar ese umbral, pero no llegó a$416 diarios, que es lo que se necesitó para comprar la Canasta Básica Alimentaria y pagar servicios públicos y privados esenciales, se ubicó en estado de pobreza.
Esos valores que resultaron levemente inferiores a los que calculó la Dirección de Estadística de la Ciudad de Buenos Aires, implicaron sendos aumentos de 10,6% y 10,3%, desde que se volvió a reconstruir la serie con datos a abril último.
La polémica en torno a las diferencias con las cifras elaboradas por el sector privado era constante. Por ejemplo, el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) había advertido a fines de 2015 que la pobreza alcanzaba al 29% de los argentinos, y entre ellos el 5,3% eran indigentes. Luego esa misma medición alertó de que el número saltó a 32,6% en abril.
Ante esas diferencias sustanciales, el director del Observatorio de la UCA, Agustín Salvia, remarcó: «La falta de estadísticas oficiales confiables desde 2007 en adelante privó al Estado de la posibilidad de buscar soluciones estratégicas».
El mes pasado, el Indec también volvió a difundir sus mediciones sobre el desempleo, luego del 5,9% indicado en el tercer trimestre de 2015, durante la intervención de Guillermo Moreno. Bajo la dirección de Jorge Todesca, el organismo dio a conocer que la tasa de desocupación llegó al 9,3% durante el segundo trimestre del año.
Pero sobre esos datos también se generaron dudas, ya que la actual gestión del Indec encontró irregularidades en la medición del desempleo relacionadas a los planes de empleo. Cynthia Pok, directora a cargo de la Encuesta Permanente de Hogares, había explicado que se subestimó la tasa de desempleo al impulsar la interpretación de los encuestadores a entender que una persona con un plan de empleo está ocupada.