Norma Morandini: «Con Néstor y Cristina estuvimos a punto de perder la democracia»

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Ex senadora Norma Morandini.

Norma Morandini es cordobesa de pura cepa. Arrastra algunas consonantes con tonada mediterránea. Su exilio durante el Proceso de reorganización nacional no la privó de esa marca personal. Sí, esa dictadura, le quitó la vida  de sus dos hermanos Néstor  y Cirstina, detenidos desaparecidos.

La coincidencia de los nombres de pila de sus familiares con los ex presidentes Kirchner la llevaron a mirar la década pasada con especial atención. Fue senadora nacional de su provincia y no duda en asegurar que en ese período se corrió el riesgo de perder la democracia «por la intolerancia, por la ausencia de controles institucionales y por el modo personalista de ejercer el poder».

Hoy le cuenta a InfobaeTV sobre su libro «La mala bestia» que resume su paso por el senado.

Aquí, parte del diálogo:

— ¿Por qué el título La mala bestia?

— He utilizado un título muy provocativo que tiene más de 2 mil años porque es la frase de Cicerón que dijo: «Los senadores eran buena gente y el senado mala bestia».  Y cuando el senador Cabanchik se despidió del Cuerpo, él, que era profesor de filosofía, nos dejó al final de un día que había sido un debate de más de 12 horas una tarjetita blanca que ponía entre signos de interrogación los senadores son buena gente, el Senado mala bestia.

— Su trayectoria legislativa fue durante el kirchnerismo. ¿Cómo recordás eso?

— Empecé en el 2006 marcada por un episodio como es que Néstor y Cristina eran el nombre de mis hermanos desaparecidos, una coincidencia que me hizo mirar  todo de manera personal. Además yo tengo una parte árabe de mi madre que el azar, el destino, la coincidencia. Entonces eso por un lado me protegió de no tener cuestiones personales con el matrimonio. Pero sí mucho contra lo que ellos encarnaron. Yo creo que ellos encarnaron una concepción de poder autoritaria, personalista, anti democrática.

— Usted dijo: «Estuvimos en riesgo de perder la democracia». ¿El kirchnerismo puso en riesgo la democracia?

— Puso en riesgo la democracia porque un Congreso de un solo color político es antidemocrático hasta por definición. Si hay algo que es el Congreso es un poder que se define por la pluralidad, ahí está representado lo que es una sociedad. yo siempre digo, hay que respetar ni siquiera por educación personal al que tenes al lado, el que tenes lado ha sido puesto en otro lado por aquellos a los que uno nunca ha visto. Entonces la riqueza del pluralismo es que uno tiene que aprender a convivir con ese pluralismo. Que fue lo que canceló el kirchnerismo; se imponía por mayoría, se canceló la deliberación. Yo por ejemplo presidía la Comisión a la que le competen todos los temas de derechos humanos, que es la Comisión de Población y Desarrollo, nunca dieron quórum porque yo era opositora. Nunca respondían los pedidos de informes, que es un instrumento legislativo de control. Entonces lo que yo he aprendido a lo largo de este tiempo es que tampoco la sociedad termina de entender la importancia de lo que ahí se hace, porque si tomamos en consideración que ahí se toman decisiones importantísimas sobre nuestras vidas vamos a tener más cuidado a la hora de elegir perfiles de idoneidad con esa responsabilidad. No importa si fueron a la universidad o no fueron, porque la Constitución es muy generosa, el requisito para ser legislador es nada más que un tema de edad y el lugar donde se nació, es decir, uno representa al lugar del que es oriundo. Ahora, lo que sí tenemos que empezar a mirar son perfiles de idoneidad moral ¿No?

— ¿Cómo vivió este discurso,  del kirchnerismo,  que decía que tuvo como bandera de Estado la defensa de los derechos humanos?

— Fue el momento de mayor sufrimiento. Yo cuando tuve que elegir los discursos viví como momentos tremendos por sólo disentir, por reclamar ser escuchada. Por ejemplo, recuerdo el día en que desde la galería donde se veían los pañuelos blancos me gritaran fascista porque yo me opuse a que el Banco Nacional de Datos Genéticos.

— ¿Qué mirada tiene de estos primeros 10 meses de Mauricio Macri?

— Como yo he vivido fuertemente esta sensación de que estuvimos a punto de perder la democracia por muchas cuestiones que se validaron, me doy cuenta que estoy condescendiente. Pienso todo el tiempo de lo que nos libramos y entonces me parece que ahora hay una responsabilidad de todos ¿No? Es decir, es un gobierno que va a ser controlado. Porque ahora las organizaciones de la sociedad civil participan, controlan. Las organizaciones sociales con intencionalidad política  o con la denuncia de la pobreza o del hambre. Bueno, es un gobierno que está siendo controlado, no como el gobierno anterior. Entonces tengo una mirada condescendiente, me doy cuenta a consecuencia de lo que viví, de lo que de alguna manera tengo necesidad de hablar.

Yo me considero una social demócrata, pero creo que la instancia que está viviendo el país de nuevo vuelve a ser la tensión; o consolidamos democracia o nos vamos de nuevo a esta idea populista. No me gusta usar los calificativos pero esta concepción de poder personal, de porque se invoca a la pobreza o se invocan los derechos humanos creer que se tienen derechos sobre los otros, la democracia es mucho más compleja y requiere de todos nosotros. Vuelvo a la idea ésta que descubrí ahora en Colombia: si dejamos de poner la culpa en los otros y empezamos a reconocer qué responsabilidades personales tenemos yo creo que estamos en una instancia de cambio. Que ya no depende de las personas ni de los partidos, la democracia es alternancia, el que gobierna hoy mañana puede estar en la oposición. Y esta es la riqueza ¿No? Entonces mi compromiso y mi convicción, me he puesto cada vez más fuertemente, mi convicción es la democracia.

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