El oficialismo quiere -y necesita- que el Presupuesto 2017 sea ley este año. Pero para hacerlo, depende, como en casi todas las iniciativas, de que la oposición acompañe en el Congreso. Por eso, en la Casa Rosada habrán visto con buenos ojos la reunión entre diputados y senadores del Frente Renovador (FR), Bloque Justicialista y Frente para la Victoria para avanzar en las modificaciones que pretenden para aprobar el proyecto.
El cónclave fue en el despacho de Sergio Massa. Estuvieron por el FR, además del ex candidato a presidente, Marco Lavagna y Graciela Camaño; por el Bloque Justicialista Diego Bossio y Oscar Romero; y por el Frente para la Victoria los senadores Miguel Ángel Pichetto, Juan Manuel Abal Medina y Omar Perotti. Fue invitado pero no pudo asistir el senadorCarlos Caserio, de la Alianza Unión por Córdoba.
«Planteamos la necesidad de que se apruebe poniendo eje en algunos temas», explicó uno de los protagonistas a Infobae.
Esos temas sobre los cuales pedirán modificaciones sonCiencia y Tecnología, Educación, obras en municipios, un límite a los superpoderes del 5% del Presupuesto y cómo utilizar los Fondos de Garantías de la Anses.
También hubo acuerdo para descartar algunos pedidos de gobernadores, aunque se sostuvo la necesidad de resolver los problemas de la energía eléctrica en las provincias.
«Las propuestas tienden a garantizar que el Gobierno tenga presupuesto y a que tenga el foco en estas cosas», confió otro de los participantes.
Desde el Frente para la Victoria hicieron hincapié en la importancia de fortalecer el financiamiento de las provincias y municipios, mientras que el bloque que preside Oscar Romero puso el foco en favorecer la ciencia y tecnología y la educación: «Hay que trabajar muchos puntos de un presupuesto que debe tener modificaciones», fue la conclusión.
La medida tendrá dictamen el 27 de octubre en comisión y se debatirá en la Cámara de Diputados el 2 de noviembre, donde se espera que se aprueben las modificaciones para que dos semanas después el Senado lo convierta en ley.
Los legisladores de la reunión no tienen dudas de que así será: en la Cámara baja forman una bancada de 42 senadores que condiciona la votación.
