Con la mira puesta en el referéndum constitucional del próximo 4 de diciembre, que será clave para su futuro, el primer ministro italiano Matteo Renzi aseguró al cumplir 1.000 días en el cargo que ese tiempo es «un punto de partida» y pese a los números en las encuestas, volvió a mostrarse confiado en lograr el apoyo de «una mayoría silenciosa» de cara a la votación.
Durante la presentación de esta tarde en el Palazzo Chigi, sede del gobierno central, el premier se dedicó a hacer un repaso de sus logros desde la asunción el 22 de febrero de 2014 y resaltó, por ejemplo, la creación de 656.000 puestos de trabajo, la caída de 1.1% en la desocupación, el crecimiento de 1.6% del PBI desde entonces y la baja del déficit y la deuda pública.
«No queremos jugar políticamente la carta del miedo de los mercados. La carta que tenemos para jugar es la del cambio», aseguró Renzi, de 41 años, en alusión a un informe de la Banca Italiana sobre posibles inestabilidades en los mercados por el referéndum de diciembre.
El 4 de diciembre se votará la aprobación o no de la reforma constitucional aprobada en abril de este año, considerada la nave insignia del gobierno de Renzi y que, con la mira en abaratar los costos de la política y de atenuar el «bicameralismo perfecto» del andamiaje legislativo italiano, propone, entre otras cosas, el achique del Senado de 315 a 100 miembros, que serán elegidos de manera indirecta, y la reducción de sus funciones legislativas.
En ese marco, y tras conocerse hoy una serie de encuestas negativas para el apoyo a la reforma en el último día antes de la veda de sondeos, Renzi aseguró confiar en «una mayoría silenciosa de los italianos que sabrá elegir».
«Encuentro estable el apoyo personal en las encuestas, y a nivel gobierno tenemos un resultado positivo considerado con otros gobiernos europeos. Y las encuestas dan a la cabeza al no al referéndum, pero en 2016 no hubo una sola elección en la que hayan acertado, por lo que veo un referendum aún abierto», afirmó.
Según la encuesta del Instituto Piépoli del 14 de noviembre publicada hoy por el diario La Stampa, el «no» se mantiene en ventaja por 54 a 46%, en un escenario en el que «la última foto» antes del inicio de veda muestra que todo se definirá con «la caza de los indecisos» que aún siguen representando a uno de cuatro italianos.
De acuerdo a los números de Ipsos presentados en Corriere con proyección de indecisos, el rechazo a la reforma que supone además la eliminación del órgano consultivo Cnel alcanza el 55% de los votos frente al 45% de apoyos a la ley.
Además, un sondeo de Demos publicado hoy por La Repubblica marca también un 25% de indecisos y un aumento de la ventaja para el «no» que alcanza el 41% frente al 34% de los apoyos que alcanza la norma, mientras que según el estudio del Instituto Tecné publicado por Il Messaggero el «sí» se ubica entre el 46 y 48% frente a un rechazo en torno al 52-54%.
«Espero que voten sí. Y por como conozco a este pueblo creo que votarán por el sí. Continuo pensando que en el fondo del país hay un deseo de cambios», agregó.