Lethebo Rabalago está seguro de tener poderes sobrenaturales. Y cuando sus dones no aparecen, utiliza otros trucos para que sus fieles creyentes lo acompañen en sus ceremonias. Por caso, rocía a aquellos que contrajeron HIV o padecen cáncer, con un poderoso pesticida, muy conocido en Sudáfrica.
La empresa Tiger Brands, que produce el insecticida Doomha advertido a las autoridades por esta práctica luego de que conociera que Rabalago colocaba el producto en el rostro de sus creyentes. El autoproclamado profeta también tiene responsabilidad política. Conduce la Asamblea General de Mount Zion, una ciudad de la provincia de Limpopo, cerca de la frontera con Mozambique.
Al conocerse la historia, las críticas llovieron en los principales medios del país y en las redes sociales. Rabalago se sintió ofendido por las acusaciones: «La gente es tan cruel. ¿Cómo pueden insultar a un Profeta de Dios? Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen», dijo el hombre citando las palabras de Jesucristo al momento de su ejecución en la cruz.
El particular «Profeta» habló con los medios. Explicó que Doomsólo puede curar el cáncer y el HIV sólo cuando él lo utiliza. En el perfil de la Asamblea General de Mount Zion, se conocieron «testimonios» de fieles que dicen haber sido curados por el poder de su guía espiritual.
Los responsables de la marca emitieron un comunicado alertado sobre las consecuencias de rociar el rostro de una persona con el producto: «Queremos ser muy claros al afirmar que es inseguro echarse Doom o cualquier otro aerosol en la cara de las personas. Doom fue formulado para matar insectos específicos que están detallados en el recipiente».
El hecho provocó la furia de las autoridades sudafricanas y de periodistas y comunicadores, quienes se indignaron por el engaño al que son sometidas grandes poblaciones en la profundidad del país.