Coco Sily: «Me gustaría que Andrea del Boca salga lo más indemne posible”

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«Soy de llorar. No de mostrarlo, pero el cine me hace llorar y antes de que termine meto la cabeza adentro de la pochoclera o me limpio con el pulóver» dice en esta charla y cuenta que muchas cosas de sus hijos lo conmueven hasta las lagrimas: «Tengo cuatro. Una nena de 23, un nene de 20 y los gemelos de 16. Pero, pese a la edad que tienen, todavía algunas cosas, algunos partidos de fútbol muy trascendentes que ellos juegan me emocionan».

—El macho llora entonces también.

—Y sí. En secreto, no hace ostentación de la lágrima como hace el moderno.

—¿Cuánto hay de real en ese personaje?

—En la esencia hay mucho de mí; hay una actitud hasta cultural, barrial, que es muy mía, vengo formateado. Lo que pasas es que La cátedra del macho es un extremo humorístico de una situación, es un chiste.

—¿A tu novia la dejás pagar alguna comida?

—No, nada. Jamás una mina que esté conmigo va a pagar absolutamente nada mientras yo pueda. Y si no puedo, nos quedamos en casa. Lo heredé de mi viejo eso.

—¿Que trabaje te molesta?

—No, para nada. Mi mamá trabajó toda la vida. Me gusta la caballerosidad.

—Caballero, no machista.

—La cátedra… tiene dos lineamientos: que no es ni machista ni mataputo. Por eso yo nunca he tenido un solo problema con nadie de la comunidad homosexual. Es más, me siento muy representado por un grupo al cual pertenezco honorariamente, que son los Osos. Habla de otra cosa, lo que pasa es que la palabra ‘macho’ ahora tiene un contenido terrible, es una mala palabra en este momento. Al contrario, creo que el macho es todo lo contrario a eso. El macho pondera a la mujer desde esta actitud de caballerosidad y, por otro lado, de un igual.
Si cualquiera de mis hijos tuviera una elección sexual distinta a la tradicional, no tendría ningún inconveniente

—¿Qué pasa si viene uno de los chicos y te dice que le gustan los hombres?

—Me parece fantástico y la recibiremos con mucho amor en casa a su pareja. Lo único que me jode, pero hoy ya casi no es ningún problema, es que tengo la fantasía de tener nietos. Me jodería que se pierda la posibilidad de la paternidad, pero hoy, con la adopción y qué sé yo… Pero si cualquiera de mis hijos tuviera una elección sexual distinta a la tradicional, no tendría ningún inconveniente. Siempre y cuando la otra persona sea buena gente y les haga bien.

—Tu novia es más joven, ¿tendrías más hijos?

—Mi novia tiene una hija de 10 años, eso a mí me tranquiliza. Me preguntás ahora, te diría que no. No tengo ganas de tener un hijo, pero nunca te diría que no absolutamente. Tengo ganas de tener un nieto, me falta mucho, porque ninguno de mis hijos está en una posición de estar en pareja estable como para eso. Pero si me decís, tengo 52, cómo me gustaría que me encuentre a los 55, 57, con uno o dos chiquitos para robármelos, llevármelos conmigo y jugar, no que sean mis hijos, para poder devolverlos.

Me gustaría que Andrea Del Boca salga lo más indemne posible

—¿Qué te pasa, por ejemplo, con la causa de Andrea del Boca?

—Me da mucho dolor. Me da mucha pena porque Andrea del Boca es una mina a la que yo conozco, no es mi amiga pero la conozco. Cuando la conocí, me pareció una mina encantadora, su familia me pareció encantadora. No trabajé con ella en estos proyectos, no hice las telenovelas, no me llamó, pero me gustaría que salga lo más indemne posible. No sé qué es lo que pasó, en el sentido de que, si realmente ella presentó un proyecto y se robó parte de ese proyecto, deberá pagar por lo que hizo. Ahora, si no fue así, que es lo que yo quiero suponer, y que la plata la puso en otro lugar dentro de la misma telenovela y que se desfasó con los presupuestos y que ganó la guita que tenía que ganar, ojalá salga indemne. No le tengo miedo a la crítica que me hagan a mí, yo estoy dispuesto, como todo el mundo tiene que estar dispuesto, a mostrar, lo que me da miedo es la caza de brujas, en general. Cuando entramos en ese terreno de la caza de brujas y la hacemos entre nosotros, cuando los propios periodistas se ponen a hacer caza de brujas, es una locura. Por supuesto que a mí me juega en contra. ¿Sabés qué fácil es hacerse el boludo? Yo hago teatro, y si digo algo a favor del kirchnerismo, dejo un 40% de gente que es probable que no me compre una entrada. Entonces, me hago el boludo, digo: «Sí, yo no opino, ay, política, yo no sé nada de política», y con eso meto gente en el teatro. No tengo ganas de meter gente en el teatro si tengo que perder por eso mi identidad y la posibilidad de generar un país mejor para mis hijos.

—Ahora, la caza de brujas no, pero tampoco que esa manifestación o esa cercanía ideológica beneficien profesionalmente.

—Por supuesto. Todos debemos, sobre todo si trabajás con el Estado, tener la posibilidad de que la gente diga: «Bueno. A ver, ¿cuánto cobraste?». Me parece lógico eso. Ahora, la caza de brujas, no.

—¿Qué le falta a la tele?

—A mí la tele me parece que es divina. Guita me parece que le falta. Ahora, con el acceso de las redes, con el acceso de esto, cada vez el crecimiento de lo que tiene que ver con internet esencialmente le resta poder económico a la televisión. A mí me da miedo que no se pueda producir como se produjo en la televisión, vos veías las telenovelas de Polka, de Underground o de cualquier productora argentina, eran realmente maravillosas y lo siguen siendo todavía. Yo veo los noticieros y son noticieros realmente increíbles, que no tienen nada que envidiarles a los noticieros de afuera. Los programas de entretenimiento en la Argentina son increíbles. Creo que eso se va a ir perdiendo porque la torta publicitaria cada vez va a ser más chica, porque cada vez se va apostando al videito de YouTube. Y eso quizás no se transmita en calidad.

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