Los soldados iraquíes recuperaron el edificio de la sede de gobierno de Nínive después de varias horas de duros combates con los yihadistas del Estado Islámico (ISIS), aseguró a EFE el comandante de las Operaciones Conjuntas, el general Abdelamir Yarala. Las tropas también se hicieron con el control de otras sedes de instituciones gubernamentales situadas en el este de Mosul, principal bastión de ISIS en Irak.
Se trata de la sede del Ayuntamiento de la ciudad y los departamentos de Agricultura, Planificación Urbana y el de Inmuebles públicos, explicó Yarala. Además, el comandante indicó que retomaron el barrio de Al Sadrya y controlaron el segundo puente sobre el río Tigris, conocido como Al Hurriya. En sentido, explicó que sus tropas continúan su avance hacia el norte en dirección al puente Al Hadidi, llamado puente Antiguo y situado en el centro de Mosul.
Las fuerzas especiales iraquíes lograron también ingresar en la Universidad de Mosul, un avance estratégico en la lucha por arrebatar el control de la ciudad al grupo extremista.
Llegaron al terreno de la universidad el viernes por la mañana y aseguraron parte del recinto, situado en la mitad oriental.
El amplio complejo universitario, un lugar emblemático en la segunda ciudad más grande del país, fue utilizado en el pasado como base por los milicianos de ISIS. Éstos usaban los laboratorios del centro para producir armas químicas, según las autoridades iraquíes.
Por otro lado, las Naciones Unidas han alertado sobre un vertido de petróleo al sur de Mosul, cerca de la localidad de Qayara, arrebatada hace unos cuatro meses a los terroristas. Las advertencias venían recogidas en un informe publicado este mes sobre daños medioambientales causados por incendios con crudo prendidos de forma intencionada por los combatientes de la milicia radical en su retirada.
Imágenes por satélite de la ONU publicadas el martes muestran los daños medioambientales causados por los incendios. Once ya han sido extinguidos, indicó el organismo internacional, pero 29 siguen ardiendo y provocando densas humaredas negras. El derrame está cerca de un afluente del Tigris, lo que implica que podría llevar a un vertido de crudo en el crucial río.