En la previa del juego que disputarán Chivas de Guadalajara y Boca (jueves desde las 22:30), Matías Almeyda, DT del elenco mexicano, reconoció que él «habría encajado» como entrenador del elenco xeneize por su estilo futbolístico. Incluso se animó a sostener: «A algunos les hubiese encantado que yo jugara en Boca».
«En Boca yo habría encajado por lo futbolístico. Sin embargo, no lo dirigiría. Primero porque estoy identificado con River, por lo que significa en mi vida. Y después, Boca no me llamaría nunca porque no jugué ni estoy identificado. Lo respeto, eh. Es una cuestión de cariño, de convicción, no pertenezco al mundo Boca», declaró Almeyda al diario Olé.
El Pelado también se refirió a los que sostienen que fue hincha de Boca de chiquito sobre todo por una carta escrita por él en 1986 para Diego Maradona, que se reprodujo en La Noche del Diez: «No era de Boca, lo de esa carta no es así. La escribí porque con el Mundial pasó a ser mi ídolo. Y en la peña de Boca de Azul estaba con un amigo de mi papá que tenía la camiseta de Maradona del 81 y ese objeto para nosotros era como verlo a Diego. Era mirarla y pensar que la había tenido él. Eso es lo que expresé en mi carta. También hay alguna copia de fotos de inferiores con la camiseta. A algunos les hubiese encantado que yo jugara en Boca».
En este sentido, les respondió a los que aseguran que su ídolo era Blas Armando Giunta. «Lo de Giunta también. Lo que pasa es que de chico jugué para Boca de Azul. Siempre se trató de hacer creer que yo era de Boca».
Por supuesto, Almeyda habló del River actual, que «retomó lo que en algún momento fue», y la etapa más difícil como entrenador en la Primera B Nacional: «Sigo el fútbol argentino y creo que River retomó lo que en algún momento fue, como en los años 90. Hoy sólo pienso en lo que vivo. La gente tiene que estar en el momento en que la necesitan, y en ese momento me necesitaban a mí. Fue hace cinco años y ya di vuelta la página».
Sobre esa experiencia en la segunda categoría del fútbol argentino, confesó: «Yo dirigí en la B, un torneo totalmente feo para lo que era River, para muchos vergonzoso. Pero para mí era sumamente importante y llegamos al objetivo máximo. Desde el momento en que jugué, siempre intenté ganar. Hoy juego con mi sobrino o mis hijas a cualquier cosa e intento ganarles. Sé que si no ganaba eso o no subía, como entrenador nadie más me iba a contratar. Después muchos lo minimizan, pero el sufrimiento que tuvimos fue muy grande. El trabajo sucio lo tuvimos que hacer algunos».
Para terminar, Almeyda habló de su futuro como entrenador y dijo que le gustaría realizar una carrera parecida a la que tuvo como futbolista: «Quiero ganar cosas, después dirigir en Europa y, algún día, en la Selección. Mientras tanto, hay que trabajar y demostrar para qué estás».
