El debut del plan Precios Transparentes durante esta semana dejó atrás la generalización de las «cuotas sin interés», y ya desde el primer día, los comercios empezaron a diferenciar el precio contado (un pago en efectivo, débito o crédito) del financiado.
Durante el primer día, algunos precios de contado bajaron, otros subieron y lo más llamativo fue que siete de cada 10 productos no cambiaron sus valores, según un relevamiento realizado por la consultora Elypsis en los dos primeros días de febrero. La baja generalizada de precios era el escenario esperado por el Gobierno, ya que el secretario de Comercio, Miguel Braun, había denunciado un «ocultamiento del interés».
Los comercios saldrán este fin de semana con fuertes promociones para captar a consumidores aún algo desorientados por los cambios de una iniciativa que busca, ante todo, que el cliente elija cómo pagar y sepa cuánto le están cobrando por un préstamo, si paga en cuotas.
Con todo, la realidad que muestran los locales a la calle es totalmente distinta a la web oficial de cada marca. Los comercios exhiben sólo los precios en un pago al lado de cada producto, pero no muestran cuánto sale en cuotas. «Consultá financiación» es la leyenda más utilizada.
Si uno elige pagar en cuotas, la toma de decisión sigue con una consulta al vendedor. Por lo general, preguntará a la persona qué tarjeta o tarjetas posee, y desde allí, podrá calcular cuánto más caro es financiado, qué plazo es más conveniente y a qué tasa.
La compra electrónica facilita el trámite. El producto en una primera instancia estará acompañado del precio contado, como en los locales. Pero una vez que se hace click sobre el producto, aparece la opción «ver todas las cuotas y tarjetas» o «ver planes de financiación». Y así se comienza a desplegar el menú. Por ejemplo, un aire acondicionado en un pago cuesta $.9499, pero si se quiere pagar en 12 cuotas se abonará un total de $10.805, un 14 por ciento más.
Cuando consumidor tiene más de una tarjeta, la opción web le permitirá rápidamente comparar las distintas tarjetas -como es el caso de las páginas de Frávega y Garbarino- o luego de elegir el emisor, también especificar el banco, como se puede observas en la página de Carrefour.
La preguntas que hay que formulares es: para la misma cantidad de pagos, ¿qué emisora o qué banco ofrecen la tasa más baja? Ése es el camino y la razón de que la web ofrezca una lectura más amplia de la forma de pago.
A contramano, los avisos que salen en las publicaciones impresas optan por mostrar el precio contado con la frase «oferta un pago», a veces señalando un porcentaje de descuento con respecto al precio anterior. Pero el consumidor deberá remitirse al local o a la web para «consultar planes de financiación».
El camino que tomen los consumidores a la hora de comprar estará más claro al primer mes de que se implemente la medida, recién a principios de marzo. Sin embargo, algunas cadenas están convencidas de que el contado será el rey a la hora de comprar productos de bajo valor -$500, $1.000 o incluso $2.000-pero a la hora de los gastos grandes -como una heladera o un lavarropas- sí optarán por la tarjeta de crédito.
Jorgelina Do Rosario/Infobae