Minutos después de las 15, el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, comenzó a exponer en Diputados, en lo que el jefe del bloque del PRO en Diputados, Nicolás Massot, anticipó que sería una sesión «acalorada».
Previo a las preguntas, el ministro dio una breve síntesis sobre los alcances del acuerdo y detalló la cronología que llevó a la resolución que generó polémica y críticas de varios sectores. En ese sentido, hizo principal hincapié en el manejo del gobierno kirchnerista para que en la actualidad el Estado se vea perjudicado.
«Se desarrolló de inicio a fin en la época kirchnerista, en la llamada década ganada 2003-2015. Tiene una particularidad que quizás nos da a muchos la razón: aquella deuda que en el 2003 eran 296 millones de pesos, en el 2015 se habían descapitalizado a tal punto que solo representaban el 10% del capital. La moneda se había depreciado en un 90% en esa década. Obviamente la inflación fulminó el crédito que tenía el Estado. Esta gestión heredó ese problema. Heredamos tratar de cobrar el 10% que le quedaba a esa acreencia del 2003″, comenzó.
Luego, se dedicó a explicar las alternativas que tenía el Gobierno para saldar la deuda: «Las opciones eran seguir haciendo lo que se hizo durante 10 años, la omisión, simulacros de audiencia en el juzgado donde el acreedor no aceptaba la propuesta del deudor, pasaban seis meses, otra audiencia y así pasaron los años y la deuda».
«La otra opción era pedirle la quiebra. No tiene bienes, están los balances presentados, hay razones de por qué esta empresa no tiene bienes. Fue desapoderada en el 2003. Si pedíamos la quiebra no íbamos a cobrar nada», continuó.
Y completó: «La tercera opción era intentar cobrar ese 10% que quedaba. Hicimos lo que pudimos. Obviamente que hay un enorme quebrante en perjuicio del Estado».
En el comienzo de su discurso, Aguad ratificó lo que había dicho Macri en la conferencia de prensa sobre la transparencia del Gobierno: «Hay un cambio de paradigma en la forma de gobernar. Este es un gobierno que está dispuesto a decir la verdad y esto no es una metáfora ni es un titulo. Decir la verdad no es asumir una cuestión teológica o filosófica o religiosa. Es un compromiso con la realidad. Es decir que este Gobierno está dispuesto a mostrarle a los argentinos cuál es la realidad que hay en el país y tratar de transformarla».
Asimismo, lanzó una crítica a la oposición por solamente rechazar el acuerdo y no proponer soluciones: «No he escuchado en las criticas a nadie que me diga ‘nosotros hubiéramos hecho esto otra’. Vengo acá con la esperanza de encontrar respuestas, si es que nos hemos equivocado».
Sobre no incluir a la Oficina Anticorrupción ni a las sindicaturas de la Nación para mostrar transparencia, el ministro se anticipó a posibles preguntas de los diputados y advirtió: «Estaba convencido que estábamos enfrentados al organismo de control más importante de la República, el poder judicial. El Congreso es un órgano importante pero esta la política».
A partir de esto, defendió el acuerdo alcanzado: «No podíamos aceptar ninguna quita de capital. Se llegó a un acuerdo que significan 15 cuotas anuales con un interés del 7%. Los otros acreedores no tuvieron la «suerte» que tuvo el Estado porque no se les ofreció lo mismo. Se les ofreció un 20% de quita del capital más 19 cuotas en vez de las 15 que iba a cobrar el Estado. Previo a eso el Estado rechazó la última propuesta de la empresa en noviembre del 2015 que eran 20 cuotas con un interés del 6%. Haber obtenido 15 cuotas es un pequeño logro porque no estamos hablando de 15 cuotas sino de 5 años».
Preguntas
El primero diputado en hablar fue del Frente para la Victoria, quien previo a decir sus inquietudes para el Aguad mostró el enérgico rechazo del bloque para el acuerdo alcanzado y se encargó de enumerar algunos de los funcionarios del Gobierno que están imputados y denunciados en causas de corrupción. Luego le preguntó al ministro si ratificaba que «la empresa de Macri es insolvente y no cuenta con dinero para saldar sus deudas» e hizo una deducción para dar a entender que el Presidente si sabía del arreglo.
«Usted dijo que le aviso a Marcos Peña sobre esta situación. Peña dijo que el presidente no sabía pero si Peña es él y usted le contó a Peña lo que sabe, quiere decir que el Presidente sabe. ¿Usted cree que algún argentino crea sinceramente que el presidente Macri no sabía que se estaba ejecutando esta estafa?», interrogó.
Ante esto, Aguad respondió: «Nunca dije ni hablé de la familia del presidente en el sentido de que no tenían bienes. El insolvente es la empresa Correo Argentino porque fue desapoderada».
Luego fue el turno de Felipe Solá, quien se focalizó en si sería posible «disolver un acuerdo que ya se firmó» e insinuó: «¿Es tan fácil volver a foja cero o se puede hacer porque Macri es uno de los dueños de la empresa y puede influir?». También dio a entender que la Justicia no puede hacer una propuesta, como pretende el Gobierno, sino que tiene que «decretar la quiebra».
Aguad explicó: «Foja cero lo tomamos como una metáfora, es anular el acuerdo, que ya se anuló. Nos presentamos, nos retractamos y la Cámara lo aceptó y fijó una nueva audiencia para que haya un nuevo acuerdo. Trataremos de llegar, lo veo difícil y siempre está latente el pedido de quiebra. La quiebra no soluciona el problema porque (la empresa) no tiene bienes».
Insólitamente, el ministro reveló desconocer que el Correo había demandado al Estado y sentenció: «No sabía del juicio pero estoy tratando de que no puedan cobrar un peso. La familia tiene que pagarle al Estado lo que le debe y no le vamos a perdonar un peso de capital. Vamos a cobrarle los juicios que le deben. Hay tres más (juicios), el más difícil es el último que empezó. Pedimos caducidad para luego pedir la prescripción», sentenció.
El diputado del bloque Justicialista Pablo Kosiner le endilgó a Aguad que no se haya aplicado la Ley de Ética Pública y que no haya participado del acuerdo la Sindicatura General de la Nación para la determinar si hubo conflicto de intereses.
Pero, sin inmutarse, el ministro contestó: «En lo abstracto, puede que parezca que hay conflicto de intereses. Pero en los hechos, el único testigo soy yo y le digo que no hubo».
Muchos diputados incluyeron en sus discursos que el acuerdo no fue bueno y la posibilidad de pedir la quiebra del Correo. la postura de Aguad no fue descartar esta segunda opción pero insistió que su objetivo es cobrarle algo a la empresa: «No descarte la quiebra, es una posibilidad. Si bien los intereses se suspenden hasta al quiebra si la empresa no tiene bienes es probable que el Estado no cobre un peso. La extensión de la quiebra es muy problemático, la empresa no se vació no para no pagar las deudas sino que fue vaciada por el Estado. Lo descarté porque significa no cobrar y tenemos que tratar de cobrar, aunque sea algo».
«(el diputado José Luis) Gioja me preguntó si considero que el acuerdo es bueno: no creo que sea bueno, el acuerdo es lo que se pudo lograr. Si se podría haber logrado algo mejor lo hubiéramos intentado. Estamos frente a un acreedor insolvente, que no tiene bienes. Hay posibilidades de una quiebra, veremos el tiempo y ahí marcará si ejercimos la mayor presión posible o no, si podemos cobrar algo más», insistió al respecto.
Infobae