Atlético de Madrid y Bayer Leverkusen ofrecieron un auténtico show de goles, en el encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League. Está claro que los españoles cambiaron su fisonomía en esta temporada, son más verticales y menos cautelosos, por eso en su visita a Alemania golearon por 4-2, con tantos de Saúl, Griezmann, Gameiro y el Niño Torres, mientras que los locales descontaron con un tanto de Bellarabi y un tanto en contra de Savic. Ahora la serie seguirá en España y la revancha será en el Vicente Calderón el 15 de marzo próximo.
El equipo de Diego Simeone dio inmediatas señales de su semblante mejorado. Salió decido a tomar el control de juego y encontró a los 18 minutos la apertura del marcador con una auténtica joya de Saúl Ñíguez, que quebró la cintura ante su marcador y sacó un remate cruzado que se acomodó en el ángulo derecho del arquero Bernd Leno. El equipo español se propuso sacar una diferencia importantes que le permitan repetir lo mismo que consiguió hace dos años ante el mismo rival alemanes: dejarlo en el camino en los octavos de final. Por eso no le dio respiro y le dio otro golpe unos minutos después de abrir la cuenta: en un contraataque que encabezó Kevin Gameiro resolvió las cosas y Antoine Griezmann le puso su sello.
El equipo alemán casi que no tuvo demasiadas respuestas ante Atlético en esa primera etapa, no le generó acciones de peligro. Los muchachos de Simeone dominaron el juego gracias al dominio de la mitad del campo de Saúl, Gabi y Koke.
El arranque de la segunda etapa dejó algo sorprendidos a los españoles, porque después de una buena acción colectiva logró el descuento con un buen desborde de Henrich y un perfecto anticipo de Karim Bellarabi, lo que le puso más calor al encuentro. Aunque ese tanto ofició de inyección anímica para los muchachos de Simeone que fueron por más y encontraron otra conquista, de penal, que convirtió Gameiro.
Fue un juego sin respiro. Atlético propuso siempre, aunque su búsqueda también lo expuso en algunos momentos de la segunda etapa. Fue así que quedó algo descompensado en defensa: un centro de Kampl, obligó al arquero Moyá a tirarse para contener el disparo, pero dio rebote y el balón pegó en el defensor colchonero Stefan Savic y Leverkusen, con ese gol en contra, recuperó algo de su aliento.
Aunque claro, esta versión más osada del equipo de Simeone le permitió volver a estirar la ventaja. Apenas unos segundo después de su ingreso por Gameiro, el Niño Torres demostró toda su categoría. Ingresó por el centro del área y de cabeza cambió el curso de un centro perfecto de Savic.
Una gran victoria de Atlético en Alemania que le pone de cara a la revancha con una gran posibilidad de repetir la historia: dejar en el camino a Bayer Leverkusen como sucedió en la Champions 2014-15.
Cancha Llena