Griselda Almaraz, 37 años, vive desde hace años con miedo y sometida por su ex pareja, un hombre identificado como Fernando Miguel Balboa. Cansada de la situación, decidió grabar una de las tantas agresiones y difundirla por internet. Además, contó el calvario que viene sufriendo y alertó de que su vida corre peligro.
«Empecé a salir con Fernando desde el 2014, fuimos novios y luego convivimos. Desde diciembre de 2014 que ha estado hostigando y rompiendo mi casa», relató la mujer. En uno de los videos difundidos por la víctima se puede ver cómo el agresor la insulta desde el exterior de la casa y la amenaza.
Ella, a través de una persiana, le pide que se retire del lugar. En medio de insultos, el hombre intenta ingresar en la vivienda con golpes y patadas. La tensión y el miedo crecen. Griselda sólo atina a pedir auxilio y que alguien llame a las autoridades. Tras el escándalo, el violento desiste y se va de la casa. Esta vez, la mujer se salvó.
Almaraz teme por su vida y sabe que el problema no terminó aún. Por eso difundió su historia como un dramático pedido de ayuda. Reveló, entre otras cosas, que se enamoró perdidamente de Balboa a pesar de que le habían advertido que era golpeador.
Dijo que la ex pareja del hombre le había advertido que él era violento pero no le creyó. «Su ex mujer me dijo que era golpeador, pero no le creí porque estaba perdidamente enamorada», contó.
«El 18 de abril de 2015 luego de tener una semana de distanciamiento, tomé una clase de baile y fui a un instituto de baile al que yo habituaba, cuando salí me encontré con Fernando en la vereda e inocente yo, lo deje subir a mi auto y comenzó a golpearme, a escupirme e insultarme. Me obligó a ir a la casa de su mama, en Pergamino, estando allí secuestrada, me tiró Cif en el cuerpo y continúo con los golpes y me dejó marca, y esa fue la segunda denuncia que hice contra Fernando y lo único que obtuve fue una restricción perimetral que él no respeta, no le importa. Estoy cansada de vivir así. Soy docente, soy mamá, trabajo y no es justo que tenga que vivir así», contó la mujer, quien se desempeña como maestra.
En su relato, Griselda, aseguró que «como muchas mujeres que viven en esa situación», intentó reconciliarse con él y darle una oportunidad, pensando que había cambiado, «pero al final terminaba en lo mismo».
«En una oportunidad entró a mi domicilio como un ladrón y comenzó a hostigarme llamándome desde el teléfono de mi casa. En esa oportunidad se llevó su computadora y mi agenda personal y la bitácora de viaje», denunció. Según la mujer, Balboa la amenazó con que le va a prender fuego la casa y que la va a hacer explotar. Sostuvo que también la amenaza con matarla a ella y a sus hijos, y que a pesar de que ya tiene varias denuncias, nadie se hace cargo de su seguridad. Balboa sigue libre. «No quiero llegar a estar muerta o internada en un hospital para que alguien tome cartas en el asunto. Mi vida corre peligro», avisó.