El ex jefe de contrainteligencia de la SIDE -hoy AFI- aseguró que durante el kirchnerismo existió «un aparato paralelo» de inteligencia donde el ex jefe del Ejército, César Milani «era una engranaje más» pero no su vértice.
«¿Usted dice que había alguien más por encima de él?», le preguntaron. Y contestó: «Cristina estaba al mando. De hecho lo terminaron sacando a Milani. A Milani lo fueron».
El ex espía pasó esta semana por los tribunales de Comodoro Py. Fue citado como testigo por el juez federal Claudio Bonadio en una causa que investiga si Milani, hoy detenido por delitos de lesa humanidad durante la dictadura, estuvo a cargo de tareas ilegales de inteligencia a partir de una estructura montada en el Ejército durante el gobierno anterior.
En su paso por los tribunales se había expresado en términos similares. Declaró que desde la SIDE había detectado la presencia de valijas para escuchas de celulares que fueron situadas en el edificio Libertador, sede del Ejército.
Este jueves, en un breve contacto con un periodista del diario Clarín en un café del barrio porteño de Belgrano, Milani no sólo ratificó sus dichos sino también se refirió al «pecado original» de Milani, como uno de los motivos por los que la gestión anterior se «desprendió» del ex jefe del Ejército.
El «pecado original» al que Stiuso hace referencia es el que hoy tiene a Milani tras las rejas. «Están las pruebas», afirma respecto al oscuro pasado en la última dictadura militar, por el que fue denunciado –lo acusan de secuestros y torturas durante su paso por La Rioja–.
Stiuso dijo además que durante la administración de Cristina Kirchner quisieron asesinarlo. Fue el 9 de julio de 2013, el día que un grupo de policías baleó a su amigo Pedro «Lauchón» Viale. «Me habían ido a buscar a mí», aseguró. Y apuntó directamente contra el ex jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin. «Si hubieran hecho bien la inteligencia yo no estaría acá. Me dolió lo del Lauchón Viale. Como también lo de Alberto (Nisman)», agregó.
El ex jefe agente de inteligencia negó estar detrás de la filtración de escuchas entre la ex presidente y Oscar Parrilli. «Cristina tiene una guerra conmigo, yo no tengo una guerra con ella. Yo no tuve nada que ver (en la filtración). Yo sigo trabajando como siempre, vivo mi vida normalmente», concluyó. Y avisó: «Si no se olvidan de mí, yo no me olvido de ellos».
