Bruno dejó 14 libros escritos a mano en un idioma encriptado, creado por el joven. Todas las obras se encontraban posicionadas de manera extremadamente organizada y estaban identificadas por números romanos.
Prácticamente todas las paredes de la habitación de Bruno estaban cubiertas de los mismos símbolos cifrados y, también, de algunos dibujos geométricos. En una de las paredes, estaba colgada una pintura que retrataba al joven al lado de un ser alienígena.
Además,
en la habitación del joven, fue encontrada una gran estatua del filósofo italiano Giordano Bruno, de valor estimado en 7.000 reales brasileños (cerca de 2250 dólares). Según sus padres, el joven tenía mucha admiración por este filósofo, conocido por sus teorías cosmológicas.
La familia de Bruno contó que el joven dejó una clave para descifrar sus escritos y que algunas cosas ya han sido traducidas. El título de uno de sus libros, según su hermana, es «La teoría de la absorción del conocimiento».
Un vídeo de la habitación del joven, grabado sin la autorización de la familia, se hizo viral en las redes sociales y, desde el entonces, muchos internautas intentan desentrañar el misterio.
Los usuarios han apuntado la visible semejanza física entre Bruno Borges y Giordano Bruno, quienes, además, comparten uno de sus nombres. Para algunos, el joven puede estar tratando de terminar las obras del filósofo, cuyo trabajo fue interrumpido por su muerte a manos de la Inquisición.
Fuente: Telam