Elisa Carrió y Rodríguez Larreta preparan una foto conjunta y desafían a Martín Lousteau

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Elisa Carrió y Horacio Rodríguez Larreta desayunaron juntos. Se vieron el jueves pasado, día del primer paro nacional de los movimientos sindicales contra Mauricio Macri, a primera hora de la mañana. Tres días antes, Martín Lousteau había madrugado al Presidente, al Jefe de Gobierno porteño, a la líder de la Coalición Cívica y a medio gabinete nacional con su renuncia a la embajada en Estados Unidos, que sorprendió por los tiempos y por las formas.

El desayuno de Carrió y Rodríguez Larreta no fue en sí mismo una respuesta a la vuelta de Lousteau de Washington: hablan más seguido de lo que cuentan. Pero estuvo atravesado casi en su totalidad por la salida del ex embajador, por su virtual lanzamiento en la ciudad de Buenos Aires y por la eventual postulación de «Lilita» en territorio porteño, un dilema que la socia fundadora de Cambiemos tendría resuelto.

Al menos así lo planteó al otro día, entre sus íntimos, el propio Larreta. «Si es candidata, es por la Ciudad». Ayer, sus colaboradores evitaron dar definiciones de cualquier tipo ante la consulta de Infobae. «Sin comentarios», se limitaron a decir.

Según confiaron fuentes porteñas y del entorno de la diputada, Carrió y Rodríguez Larreta se mostrarían juntos en los próximos días. Podría ser, de acuerdo a lo que dejaron trascender, durante una recorrida por la Villa 31 de Retiro, cuyo proyecto de reurbanización del Gobierno de la Ciudad tiene fascinada a «Lilita». En una reunión que se realizó la semana pasada en la vieja sede porteña de Bolívar 1, legisladores del PRO y de la Coalición Cívica hablaron de reservar ese escenario para una foto entre ambos.

Así, se terminarían de confirmar las versiones que sitúan a la diputada al frente de una eventual campaña en la ciudad de Buenos Aires, el mayor anhelo de Macri, Rodríguez Larreta y la plana mayor del PRO de cara a las elecciones de medio término. Dato: Carrió tiene agendado visitar este domingo a Mirtha Legrand en su tradicional almuerzo.

Será tras la reclusión de Semana Santa en su casa bonaerense de Exaltación de la Cruz y una semana y media antes del cierre de la inscripción en los padrones electorales. «Lilita» debería informar su domicilio bonaerense antes del próximo 25 de abril si es que quisiera enrolarse en la disputa por la provincia de Buenos Aires. Dos días después, Macri se verá cara a cara en Washington con Donald Trump, sin la compañía de su ahora ex embajador.
El regreso anticipado de Lousteau, veinte días antes de la reunión de Trump con el Jefe de Estado, enfureció por completo a Macri, molestó a Marcos Peña, sorprendió a Rodríguez Larreta y fastidió a Carrió, que nunca terminó de convencerse de la estrategia unilateral del ex ministro de Economía K. Su vuelta habría terminado de consolidar el eje porteño de Cambiemos, en días en que la líder de la Coalición Cívica arremetió con dureza contra el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, contra el deseo del propio Macri.

Lousteau ahora se enfrenta a un doble dilema: el de confrontar con Carrió por fuera de Cambiemos –a principio de año, este medio había revelado la charla en la que el Presidente le planteó al todavía embajador que no tenía lugar en una eventual interna porteña– y el de seducir, si finalmente se presenta, a un electorado cada vez más polarizado entre el macrismo y la oposición más dura, encarnada en gran parte por el kirchnerismo. En el ballotage del 2015, el ex ministro K perdió con Rodríguez Larreta por escaso margen -algo más de tres puntos- pero con una enorme porción de los votos que en la primera vuelta habían sido para Mariano Recalde, el postulante del Frente Para la Victoria (FPV), y con los que hoy no cuenta. Interrogantes que, una semana y media después de su regreso, mantienen cabizbajo al ex embajador en Washington: cerca suyo trasciende que anda atribulado.

Es que allí radica su mayor desafío: el de romper la polarización, el mismo dilema que atormenta a Sergio Massa por estas horas ante su supuesta candidatura en la provincia de Buenos Aires. La consultora Synopsis, por caso, trazó en su último estudio una radiografía de los que «transitan la gran avenida del medio» de la que suele hablar Massa y que incluiría a Lousteau en su regreso al país. En la provincia de Buenos Aires, donde se hizo la muestra, la mayoría de esos electores, un 37,7 por ciento, votaría por Carrió en las próximas elecciones.

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